(Ampl).- Zapatero asegura que las "descalificaciones e insultos" no afectarán al fin de la violencia en el País Vasco

Dice que "el tiempo se cuenta con vidas humanas" y que "los silencios de hoy" en Oriente Medio "pueden ser arrepentimientos mañana"

Europa Press C. Valenciana
Actualizado: miércoles, 19 julio 2006 18:06

ALICANTE, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró hoy que "sobre lo que representa el objetivo de alcanzar la paz en Euskadi, toda descalificación, todo insulto será perfectamente asumible" y que al Ejecutivo "no nos afectará, no nos debe afectar para nada porque trabajamos con un fin muy noble y creo que nada mejor que poder dejar una tarea que tantos ciudadanos comparten de ver el fin de la violencia".

Rodríguez Zapatero llegó al paraninfo de la Universidad de Alicante, donde se celebra el Festival de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas (IUSY), ante los aplausos de los jóvenes socialistas asistentes. Fue presentado por la secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín, quien recordó parte del discurso que el presidente dio hace un año en Naciones Unidas sobre la paz.

Así, el presidente del Gobierno, que hizo una referencia a la situación en Oriente Medio con la advertencia de que "los silencios de hoy" pueden ser "arrepentimientos mañana" y subrayó que "esperar a que pase el tiempo se cuenta con vidas humanas", comenzó su intervención trasladando a los jóvenes que están "en un país, España, acogedor, en un país para la paz, que vive en paz, y lucha por la paz como primer gran objetivo de nuestra democracia". Además, pese a que todos intervinieron sentados, él quiso hacerlo de pie porque, según dijo, "quiero veros a todos el mayor tiempo posible".

Durante el encuentro, hubo un turno de preguntas de los jóvenes a al presidente del Gobierno. En una de ellas, un joven lo felicitó "por su arrojo y valentía" ante lo que consideró "el insulto extremo de los ultraconservadores" respecto al proceso de paz en el País Vasco.

A este respecto, Rodríguez Zapatero respondió que "no nos deben preocupar los insultos ni las descalificaciones, lo que nos debe preocupar únicamente es que no vuelva a haber una víctima del terrorismo", y al tiempo "agradeció a las juventudes socialistas la actitud que tienen" respecto al proceso de paz.

ALIANZA CIVILIZACIONES

Por otro lado, también se refirió a la Alianza de Civilizaciones, que se va a presentar después de un año de trabajo en Naciones Unidas y que se trata de "un programa de acción concreto, de iniciativas, especialmente en el ámbito de la educación, del intercambio cultural, de los jóvenes, de los medios de comunicación".

Rodríguez Zapatero resaltó así que la Alianza de Civilizaciones "no la van a hacer los gobiernos, sería insuficiente, la tiene que hacer las sociedades, los ciudadanos" a partir del próximo otoño.

"Sé que no será fácil pero yo tengo experiencia en hacer cosas que mucha gente decía que no era fácil de hacer", según destacó el presidente del Gobierno, quien dijo saber que habrá "muchos ciudadanos, mucha gente que piense bien del futuro de la Humanidad, mucha gente que crea en la política, que crea en el diálogo, en la tolerancia, en la palabra, arrimará el hombro". "Es un empeño difícil, pero que merece la pena y espero contar con vuestro apoyo y aliento para la tarea", pidió.

En esta línea, opinó que Europa es "a veces algo más importante que ella misma cree y siente" porque la UE "representa casi una conquista de alcance utópico" por "la propia existencia de países que se unen, que respetan la diversidad, que se anteponen a las propias banderas nacionales son valores inequívocamente progresistas, democráticos".

EXTENSION DERECHOS

De este modo, pronosticó que "la extensión de los derechos ciudadanos, el respeto a la diversidad, el principio de la igualdad entre géneros y el respeto pleno a la orientación sexual de cada ciudadano se impondrá en Europa antes que después, en todos los países europeos".

"Y la Alianza de Civilizaciones debe servir para demostrar a algunos gobiernos y a muchos grupos fanáticos que se puede compartir y respetar todas las identidades que no tiene por qué haber un muro entre Oriente y Occidente", según incidió.

Para Rodríguez Zapatero, es "probable que esto sea la alternativa a lo que proponen determinadas fuerzas llamadas neoconservadoras, pero en ese discurso neoconservador quedó implícito el choque de civilizaciones, lo inevitable de la confrontación, la fuerza y la firmeza como el único camino para ver menos violencia, más entendimiento es un discurso acabado desde el principio al fin".

Argumentó que éste "fue el discurso que sustentó la guerra de Irak, un discurso neoconservador, una única visión para el mundo, una visión exclusiva y excluyente". Sin embargo, esgrimió que ese discurso "no lo sostienen ya ni los propios neoconservadores" porque, según dijo, "no cabe una única visión del mundo, no hay una verdad absoluta, y la fuerza, los misiles, no son el camino para extender la democracia y tener más estabilidad, más seguridad y más paz".

Por ello, justificó su "tendencia al optimismo" y que el "discurso neoconservador no tiene futuro, no tuvo pasado porque no fue un discurso político, fue un discurso científico, pretendidamente científico, elaborado en un laboratorio y alejado de la gente y de los ciudadanos".

CONDENAR VIOLENCIA

En esta línea, Rodríguez Zapatero abogó por "condenar cualquier tipo de violencia", "rechazar los secuestros" y "exigir que nadie se defienda con una fuerza abusiva que no permite defender a los seres humanos inocentes que caen y pierden su vida". A su modo de ver, "los estados tienen derecho a defenderse ante la violencia, ante el terror, ante el fanatismo, pero nunca olvidemos que ante todo está el derecho a la defensa de los seres humanos inocentes. Y los silencios de hoy ante lo que se vive en Oriente Medio pueden ser arrepentimientos mañana, esperar a que pase el tiempo se cuenta con vidas humanas".

De la misma forma, se preguntó "dónde están las voces de los que defendieron la guerra de Irak". A este respecto, apuntó que Naciones Unidas "acaba de informar de que 6.000 personas han muerto en los últimos dos meses y desde que comenzó la intervención militar 50.000 civiles. Cabe preguntar: para qué, y cabe afirmar: nunca más".

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