VALENCIA, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
El fotógrafo valenciano Antonio Girbés (Tavernes de la Valldigna, 1952) expone por primera vez en el Almudín de Valencia, donde propone un viaje por las grandes arquitecturas del mundo a través de 'Refugios-Delirious City', una muestra que abarca un total de dieciocho fotografías-esculturas de lugares que muchos habrán visitado como La Lonja de Valencia, el Palacio de Bellas Artes de México o el Metropolitan de Nueva York, pero que gracias a una personal y minuciosa técnica permitirá observar algún rincón o detalle nunca visto.
Todas ellas suponen una invitación para dejarse seducir por la belleza del patrimonio histórico y artístico a modo de "refugio" frente a esta "época terrible" en la que cada uno necesita un tipo de protección, ha subrayado el artista durante la presentación de la exposición junto al comisario Javier Molins, y la coordinadora del Área de Cultura en el Ayuntamiento de Valencia, Glòria Tello, en el que ha sido su primer acto como titular en el cargo.
Hasta el próximo 25 de octubre 'Refugios-Delirious City' estará expuesta al público en El Almundín. Posteriormente viajará a la Abadía de San Giorgio Maggiore de Venecia (Italia) para la próxima Bienal de Arquitectura.
En total suman dieciocho obras, algunas de gran formato, fruto del trabajo realizado por Girbés durante los últimos años. Se caracterizan por la creación de nuevos edificios y espacios construidos a partir de fragmentos de otros ya existentes, y muy conocidos, a los que les cambia la función pero en los que mantiene el nombre del arquitecto original en el título de cada obra. "Es un homenaje" hacia sus creaciones, ha apuntado el artista.
Girbés ha confesado estar "muy consternado" con todo lo que está ocurriendo en el mundo, desde las migraciones y muertes en África a la situación de Grecia o aquí mismo: "creo que estamos en un momento en el que todos necesitamos protección", ha lamentado, y para él, los lugares que retrata son "refugios" ante esta situación.
Las imágenes surgen de infinidad de fotografías originales --más de 100 en algunos casos-- necesarias para componer estas grandes construcciones arquitectónicas. Forman mosaicos integrados por piezas que "conforman un todo indisociable, de gran perfección técnica y enorme definición", ha destacado el comisario Javier Molins.
"Son nuevos espacios en los que protegerse, en los que huir del ruido, de la violencia, de la vulgaridad, y poder encontrar el silencio, lo contemplativo, lo trascendental, el infinito", ha sugerido.
