VALENCIA 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
La sección primera de la Audiencia provincial de Valencia ha acordado la prórroga de la prisión provisional por otros dos años de Ismael Pablo R.G., detenido como presunto autor de la muerte de su ex mujer, Jenny Lara, y sus dos hijos de cinco y ocho años ocurrida el 30 de abril de 2004 en la localidad valenciana de Alzira, según informó el gabinete de comunicación del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.
La sala ha decidido así aceptar la petición del ministerio fiscal, acusación particular y acción popular que reclamaron en una comparecencia celebrada ayer la prórroga de la prisión provisional del detenido, en la cárcel desde el mismo día de los hechos, por lo que estaba a punto de cumplirse el tiempo máximo que podía permanecer recluido antes de la celebración del juicio.
Las acusaciones destacaron la gravedad de los hechos por los que se encuentra provisionalmente en la cárcel --provocar el incendio que costó la vida a su ex mujer, sus dos hijos y en la que sufrió lesiones un amigo de la fallecida que se encontraba en la casa--, y la posibilidad de fuga, por el momento en el que se encuentra la tramitación procesal de la causa, en la que ya se ha dictado auto de conclusión del sumario.
En este auto se le imputan al detenido tres delitos de asesinato, otro más en grado de tentativa, un incendio y quebrantamiento de medida cautelar, lo que podría suponerle una petición de prisión de entre 70 y 75 años, según indicó ayer la letrada de la acción popular, Luisa Ramón, quien también alegó que Ismael Pablo R. podía suponer un "cierto peligro" para los testigos, ya que había amenazado al amigo de Jenny que estaba en la casa el día de los hechos y ha insultado a otros dos.
La Fiscalía ha confirmado que pedirá en su calificación de hechos, además de para los delitos menores, petición de cárcel por tres asesinatos y otro en grado de tentativa, al considerar que concurre alevosía porque las víctimas no pudieron defenderse.
La defensa, por su parte, pidió ayer al tribunal que dejara en libertad a su cliente ya que sostiene que desde el primer día no reconoce los hechos porque "no tiene nada que ver". Asimismo, alegó que solamente había indicios contra su cliente y no pruebas, que además son contradictorias por las diferentes versiones que, según sostuvo, han ofrecido los testigos.