AVA-Asaja alerta de la propagación de una planta invasora que quita luz, agua y nutrientes a naranjos

Actualizado: miércoles, 12 agosto 2009 14:56

VALENCIA, 12 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) alertó hoy de la "vertiginosa" propagación de plantas invasoras en el campo valenciano, especialmente de la 'Araujia sericifera', una trepadora que puede alcanzar los ocho metros de altura y que compite con los naranjos en luz, agua y nutrientes, con lo que merma la cosecha y amenaza la vida de los árboles.

Según informó la organización agraria en un comunicado, conocida comúnmente como 'miraguano', esta mala hierba se reproduce "rápidamente, se adapta perfectamente a las condiciones en las que viven los cítricos, y es muy difícil de erradicar al no existir un herbicida específico para tratarla".

El presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, explicó que la planta "germina a la sombra del naranjo, junto al tronco, y cuando el agricultor la descubre ya le ha dado tiempo de enredarse entre las ramas, apretándolas, y empezar a cubrir la copa del árbol".

La trepadora proviene de Sudamérica, --del sur de Brasil y Argentina--, y llegó a España para ser empleada en jardines. Sin embargo, su "masiva" reproducción --cada planta genera centenares de semillas que el viento y el agua esparcen por los alrededores-- y su "rápido crecimiento" --en dos años puede envolver un naranjo-- la convierten en un "enemigo" para los agricultores de todo el litoral de la Comunitat Valenciana.

Según AVA-Asaja, en el término de Dénia (Alicante) se aprecian numerosos campos, la mayoría no cultivados, colonizados por la planta invasora, al igual que ocurre cada año con mayor presencia en explotaciones de regadío de la Safor, la Ribera y l'Horta Sud y Nord.

Aguado denunció "las perversas consecuencias que comporta la importación sin los suficientes conocimientos ni precauciones de plantas foráneas que en unos pocos años son capaces de desplazar a la vegetación autóctona y de poner en peligro la viabilidad de explotaciones citrícolas".

Por otra parte, consideró que "casos como la 'Araujia sericifera' son una evidencia más del importante deterioro paisajístico que conlleva el cierre de explotaciones en el medio rural, pues los campos no cultivados son focos de dispersión de malas hierbas y maleza que se convierten en nido de ratas y conejos y que son potenciales núcleos de incendios".