Blasco apuesta por promover acciones conjuntas del ámbito público y privado para hacer frente a la pobreza

Europa Press C. Valenciana
Actualizado: miércoles, 2 diciembre 2009 13:20

VALENCIA 2 Dic. (EUROPA PRESS) -

El conseller de Solidaridad y Ciudadanía, Rafael Blasco, destacó hoy la necesidad de "concitar voluntades y acciones conjuntas para poner en marcha iniciativas desde el ámbito público y privado" que hagan frente a la pobreza, con el fin de "fomentar el capital humano que representa la solidaridad al servicio de la dignidad de las personas", según informó la Generalitat en un comunicado.

Blasco inauguró hoy el VIII Congreso Internacional de la Asociación Internacional de Ética del Desarrollo (IDEA), que por primera vez se celebra en Europa para afrontar el reto de la pobreza. En su intervención, el conseller se comprometió a asumir como "guía" de las políticas de la Generalitat las conclusiones de este encuentro que tiene lugar en Valencia.

Así, resaltó que el Gobierno valenciano aumentará su contribución a las zonas más pobres del mundo e incrementará las ayudas públicas a entidades y a los Países Menos Adelantados (PMA) del 14 por ciento en 2009, al 16 por ciento previsto para 2010, conforme a la petición del Pacto Valenciano contra la pobreza y a las recomendaciones de las Naciones Unidas. De esta manera, se cumple también el compromiso que se asume en el Plan Director de dedicar el 20 por ciento del total de las ayudas a estos estados en 2011.

Blasco aseguró que "la pobreza es uno de los problemas fundamentales" y, por ello, "hay que adoptar decisiones concretas para ayudar a los 1.000 millones de personas que son pobres". Así, los cooperantes valencianos que desarrollan proyectos en contra de la pobreza están presentes en más de 40 países.

En la inauguración del Congreso también participó la directora de la Fundación para la Ética de los Negocios y las Organizaciones (Etnor), Adela Cortina, quien apuntó la necesidad de que la humanidad trabaje "desde ya" por el desarrollo de las personas. De este modo, instó a que se pongan en marcha todos los recursos académicos, ciudadanos, políticos y empresariales a su servicio.

Para Cortina, "si no se aglutinan esos esfuerzos y no hay sinergias no se alcanzará la meta del desarrollo humano". Por su parte, el rector de la Universitat de València, Francisco Tomás, reconoció que uno de los retos de las universidades pasa por contribuir al desarrollo humano y contribuir a la justicia social para que el bienestar se extienda a todas partes.

La Generalitat "trabaja por reducir el número de personas que pasan hambre en el mundo, apoyando iniciativas vinculadas a la agricultura, la soberanía alimentaria o el reparto de alimentos en emergencias". En este sentido, el Gobierno autonómico aporta cerca de 30 millones de euros a las diferentes ONGS valencianos.

Blasco recordó también que Consell "priorizará el derecho a la alimentación en su Plan de Cooperación". Así, se apoyarán los programas destinados a garantizar el derecho a la alimentación, mejora de infraestructuras, tratamiento y control de agua, sostenibilidad medioambiental, así como el acceso a una vivienda digna. Las ayudas destinadas a estos sectores alcanzarán como mínimo el 50 por ciento del total que se conceden, ya que "casi una sexta parte de la humanidad está hambrienta y la Generalitat es conscientes de esta situación y prevalece las iniciativas dirigidas a este sector", subrayó el conseller.

MÁS DE 40 ACCIONES

Así, a través de la cooperación valenciana, se desarrollan más de una cuarentena de acciones destinadas a mejorar la autonomía alimentaria de las poblaciones menos favorecidas del mundo, como Ecuador, Colombia, Nicaragua, Perú, El Salvador, Bolivia, El Chad, Burkina Fasso, República Dominicana, Jordania o los Territorios Palestinos.

Entre otras intervenciones, la Generalitat subvenciona proyectos y formación agrícola en Bolivia, en donde se espera que más de 4.000 familias fortalezcan la red de comercialización de sus productos. En Perú, se trabaja en un proyecto de mejora de la producción pecuaria que beneficiará a los más de 4.000 vecinos otras comunidades indígenas del país. En Burkina Fasso 400 familias verán mejorado su acceso a los alimentos gracias a acciones de aumento de la productividad y fomento del asociacionismo.

En Senegal, se trabaja en la formación de 100 jóvenes como empresarios agrícolas. En el Chad, se calcula que 200 familias recibirán microcréditos rotativos para la producción de mijo y maíz. Unas acciones que, se calcula, mejorarán la autonomía alimentaria de más de 50.000 personas directamente.

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