VALENCIA 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
El secretario general del Bloc, Enric Morera, exigió hoy la "revocación urgente" del Plan de Cuenca del Júcar acordado por José Bono y Eduardo Zaplana en 1997, cuando presidían las comunidades autónomas de Castilla-La Mancha y Valenciana respectivamente, y en el que se estableció el reparto de agua del Júcar, informaron hoy fuentes de la formación nacionalista.
En aquel momento, manifestó Morera, Bono "se aseguraba la definitiva cobertura legal para las extracciones de agua necesarias para mantener las subvenciones agrarias europeas en La Mancha oriental, y Zaplana compraba el voto manchego para el PHN y ofrecérselo a Aznar".
A juicio de Morera, "hoy las condiciones han cambiado ya que a corto plazo ni se recibirán tantas ayudas para la deficitaria agricultura manchega ni a Zaplana le hace falta flotar para hacer méritos ante Aznar". De nuevo, añadió, "se demuestra que Zaplana nos vendió a los valencianos para lograr sus objetivos políticos personales que no eran los de los ciudadanos a quien representaba"
El responsable del Bloc explicó en este sentido que "el Plan del Júcar asignaba más agua a la agroindustria subvencionada de Castilla-La Mancha, centrada en el cultivo de maíz transgénico y sin ningún contenido social, que a la agricultura tradicional de la Valenciana, que sostiene miles de empleos, además de mantener un ecosistema rural con importantes valores naturales y paisajístico".
Morera asegura que se suma así a las protestas de las sociedades de regantes de l'Albufera afectadas por el Proyecto de Ordenación y Reutilización de Aguas Residuales de Pinedo y les mostró "el apoyo total de nuestro partido para devolver a los valencianos el derecho histórico de utilización del agua del Júcar. Este es uno de primeros compromisos electorales para 2007".
En este sentido, Morera considera que "la entrega del Júcar a La Mancha ha sido una coartada perfecta para el PP para exigir el trasvase del Ebro. Y ahora, como el agua de mejor calidad es necesaria para los excesos urbanísticos que ha permitido la PP en la costa, los cañones" del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, "apuntan hacia el norte cuando está clarísimo que quien nos niega el agua es el gobierno de Castilla-La Mancha para gastarla en beneficio de proyectos agrarios de cuatro terratenientes caza-subvenciones".
"Que Camps deje de obsesionarse con el Ebro y que persiga el uso del agua que nos hurtan desde Castilla-La Mancha sobre la que tenemos un derecho secular", dijo el portavoz del Bloc, quien añadió que "a los regantes del Vinalopó se les ha vendido un trasvase sin agua, porque ni hay agua en el Júcar, ni la podrán ahorrar los regantes de La Ribera, que bastante harán si pueden mantener sus cultivos con asignaciones que menguan año tras año, y que están ya muy por bajo de sus concesiones oficiales".
L'Albufera de Valencia, dijo Morera, "se quedará sin ninguna garantía legal de caudal, a la suerte de los inexistentes sobrantes de agua de La Ribera y de unas aguas depuradas de Valencia cuya cuantía es insuficiente, y con una calidad de la que es mejor no indagar".
Según Morera, "el declive ecológico del lago va en picado, y cada verano es noticia por unas crisis o por otras. Así, y si nadie le pone remedio, el Júcar está destinado a seguir los pasos del Segura y convertirse en un simple desagüe de los municipios de la Ribera y ahora de Valencia capital", concluyeron las citadas fuentes.