SEVILLA, 17 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps (PP), consideró hoy que hablar de 'realidad nacional' desde un territorio autonómico, en referencia a la inclusión de ese término en el nuevo Estatuto de Autonomía de Andalucía, es hacer de España "un país imposible", al tiempo que detrás de esa denominación, según apuntó, se esconde la "ausencia de solidaridad y confianza" entre los españoles.
Camps, que intervino en Sevilla junto al presidente del PP-A, Javier Arenas, en la reunión del grupo popular del Parlamento andaluz, señaló que España basa su existencia en una sola nación, de manera que hablar de 'realidad nacional' es hacer de "España un país imposible". Confió en que dicho término no prospere finalmente en el nuevo Estatuto andaluz "por el bien" de los españoles, al tiempo que opinó que los "reflejos artificiales" en los textos estatutarios "no llevan a nada bueno".
El presidente valenciano explicó que cuando acometió la reforma del Estatuto de su comunidad tenía muy claro que no se podía poner en marcha sin contar con el apoyo de la mayoría de la representación política de la región y de la mayoría de las Cortes Generales, ya que lo contrario, a su juicio, llevaría al país a una situación "imposible".
En este sentido, quiso dejar claro que nunca hubiera puesto en marcha la reforma estatutaria en la Comunidad Valenciana si no hubiera contado con el apoyo de la oposición y del 90 por ciento de las Cortes Generales, algo que, según lamentó, no ha ocurrido con el nuevos estatutos de Cataluña, ya aprobado, y de Andalucía, que el próximo día 23 se somete a la toma en consideración en el Congreso de los Diputados.
Para Camps, lo que está ocurriendo en Andalucía, donde "no se cuenta con la mayoría de las fuerzas políticas autonómicas", es un "experimento grave, complicado y que no lleva a ninguna parte".
Francisco Camps añadió que a la hora de afrontar cualquier reforma estatutaria los límites los tiene que marcar la Constitución Española y dijo que, en modo alguno, se debe acometer la modificación de normas del Estado desde un parlamento autonómico, ya que ello sería "desleal" con los propios conciudadanos y con el resto de españoles.
En relación con la conocida como 'clausula Camps' incluida en el nuevo Estatuto valenciano, el presidente autonómico manifestó que responde a la legítima ambición de un territorio que quiere tener el máximo nivel de competencias cuando el Estado lo considere conveniente.
Francisco Camps lamentó que el PSOE haya puesto "en cuestión" la idea de nación y que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "se haya cogido de la mano de los que no creen en España e intentan hacer de España una nación imposible".
UN EJEMPLO
Por su parte, Javier Arenas manifestó que para el PP-A, la reforma del Estatuto valenciano es un "ejemplo" y quieren poner "en valor" en Andalucía el "trabajo político" realizado por Camps para sacar adelante un texto fruto del consenso. Expresó que le hubiera gustado que el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, hubiera hecho lo que hizo en su día Camps, en lugar de sacar adelante un nuevo Estatuto de Autonomía del "enfrentamiento, la discordia y la imposición".
Para Javier Arenas, un estatuto sin consenso no es, en modo alguno, de primera, sino que, por el contrario, "rompe y desune y crea problemas donde no los hay".
Para el presidente del PP-A, a diferencia de lo que está ocurriendo en Andalucía, el nuevo Estatuto de la Comunidad Valenciana está hecho "a la medida" de los valencianos y es "plenamente leal con la Constitución", al tiempo que nadie ha tenido que "inventarse ninguna 'realidad nacional".
Señaló que la reforma del Estatuto valenciano da "confianza", ya que no se ha hecho nada que no sea acorde con el sentir de los valencianos, mientras lamentó que desde el Gobierno de Chaves se pretenda que los andaluces sean "palmeros" o "coartada" de lo que se hace en Cataluña. Arenas también defendió la inclusión en el nuevo Estatuto de Autonomía de Andalucía de una 'cláusula Camps' que permita a la comunidad tener el máximo de competencias dentro de la Constitución.