VALENCIA, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
La cárcel valenciana de Picassent ha registrado en el primer semestre de 2014 un total de 739 incidentes graves o muy graves, la mayoría de ellos por resistencia pasiva (207), amenazas graves y coacciones a funcionarios (123) y posesión de objetos prohibidos (166).
Así lo ha puesto de manifiesto este jueves el delegado de Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) Valencia y miembro del Comité Ejecutivo Nacional, Alberto Téllez, en una rueda de prensa en la que ha denunciado que la Administración no publique "de forma detallada la realidad de los centros penitenciarios" y no entiende "el empeño de ocultar y de mentir en sede parlamentaria sobre las cifras de los incidentes en la prisión", ha manifestado.
Téllez ha desgranado que entre los 739 incidentes registrados en el primer semestre de año, se perpetraron cinco agresiones a funcionarios. Ha detallado que estos trabajadores recibieron cabezazos en la cara, patadas o puñetazos. En otras ocasiones se les arrojaron bandejas utilizadas para comer por los internos o lejía.
Además, durante este periodo se han registrado 123 casos de amenazas graves, coacciones o insultos graves a trabajadores; y se han producido cuatro intentos de desplante o desórdenes colectivos, situaciones que habitualmente se producen en los módulos que albergan a los internos más peligrosos.
Junto a ello, hasta en 12 ocasiones los internos se han resistido de forma activa y violenta al cumplimiento de órdenes o de la normativa interior del centro "que podían haber terminado en agresiónhacia los trabajadores", ha especificado.
También se han contabilizado 67 agresiones entre internos, de mayor o menor gravedad, alguno de los cuales ha sufrido lesiones de considerable importancia; así mismo, se han encontrado 166 objetos prohibidos por la normativa vigente como 'pinchos', móviles o drogas; y se han registrado 31 casos de autolesiones. En uno de ellos, un interno requirió que le aplicaran hasta 33 grapas en el abdomen.
Además, según ha expuesto Téllez, al menos en 32 ocasiones se han producido un deterioro grave de mobiliario o dependencias del centro; y se han denunciado un total de 58 casos de amenazas y coacciones graves de unos internos sobre otros.
Por otro lado, hasta en 207 ocasiones los internos se han resistido de forma pasiva al cumplimiento de órdenes o de la normativa interior del centro; se han detectado siete intoxicaciones graves por consumo de drogas u otras sustancias; se han denunciado ocho casos de sustracción de objetos personales; y cinco internos han quebrantado su condena al no regresar de permiso. Téllez ha apuntado que "ningún sueldo de nadie puede ir acompañado de una agresión".
NÚMERO DE INTERNOS
Por otro lado, Téllez ha puesto de manifiesto el aumento en la población reclusa en la cárcel de Picassent. A este respecto, ha explicado que en agosto de 2009 había un total de 66.132 internos en las prisiones dependientes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias (excepto Cataluña) y en el Establecimiento Penitenciario de Valencia 2.245 internos. En mayo de 2014, la población reclusa a nivel nacional se ha reducido a 57.228 mientras que en Valencia se ha incrementado hasta los 2.303 internos.
El delegado de Acaip ha insistido en que el centro de Valencia "nunca ha sido bien mirado desde Madrid" y ha denunciado que "todo lo que sea sobrepasar los 2.100 reclusos es problemático" ya que de otra manera "no se puede garantizar la seguridad ni de los internos ni de los funcionarios".
Además, "desde la Administración se reconoce el déficit en materia de personal", ya que el número de funcionarios está por debajo del fijado en la Relación de Puestos de Trabajo del Centro que recoge que debería haber un mínimo de 949 funcionarios, mientras que en Valencia solo hay 906.
Ante situación, desde el sindicato Acaip Valencia han reclamado una reducción del número de internos, el traslado de internos más peligrosos a otras prisiones con menos número de reclusos y un incremento del número de trabajadores. La cárcel de Picassent es uno de los centro penitenciarios "más conflictivos" del sistema penitenciario español, debido, entre otras cuestiones, a que alberga una mezcla muy diversa de internos que van desde jóvenes a adultos y hasta mujeres y hombres en primer grado.
