Castellón.- Territorio exige un Programa de Vigilancia Ambiental en la planta incineradora de La Vall d'Alba

Actualizado: lunes, 3 abril 2006 20:45

CASTELLON, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -

La planta de incineración prevista en el municipio castellonense de La Vall d'Alba dispondrá de un Programa de Vigilancia Ambiental que fijará todas las medidas necesarias para garantizar la calidad del aire, control que se extenderá a los propios vehículos que entren en las instalaciones, así como a la maquinaria, según fuentes de la Conselleria de Territorio que, además, exigirá que en el estudio de impacto ambiental se aporte un estudio de dispersión de contaminantes en la atmósfera.

La planta estará en funcionamiento a finales de 2008, según la planificación incluida en el Proyecto básico de Autorización Ambiental Integrada. La ejecución de las obras tendrá una duración de unos 33 meses para la primera línea de valorización, según se desprende de una información parlamentaria solicitada a la conselleria de Territorio y Vivienda.

La conselleria de Territorio y Vivienda, en el análisis del estudio de impacto ambiental, ha incluido un estudio de dispersión de contaminantes en la atmósfera para evitar riesgos sobre la salud de las personas y el medio ambiente. También se analiza las medidas correctoras para que no haya afección en las aguas subterráneas. Por el tipo de instalación -valorización energética de residuos- no es previsible afección alguna en los acuíferos, según dichas fuentes.

El proyecto se ha planteado en dos etapas. En una primera etapa, se prevé la instalación de una única línea de valorización hasta completar en un horizonte de cinco a diez años la segunda línea.

El proyecto también dispone de un Programa de Vigilancia Ambiental que prevé las medidas necesarias para preservar la calidad del aire de la zona. Además todos los vehículos que entren en las instalaciones, como también la maquinaria propia de la instalación, dispondrán de la correspondiente Inspección Técnica de Vehículos que deberá estar en regla para asegurar la minimización de las emisiones. En todo caso, las emisiones han de cumplir los valores límites establecidos en un Real Decreto de 2003.

PLANTA DE VALORIZACIÓN

Esta iniciativa consiste en la instalación de una planta de valorización energética del rechazo procedente de las plantas de selección de residuos sólidos urbanos. Tiene una capacidad de tratamiento de 350.000 toneladas al año y una producción eléctrica máxima de 40 megavatios.

Actualmente el proyecto está en fase de informes de idoneidad por parte de los órganos competentes de la Generalitat que intervienen en su tramitación, la Confederación Hidrográfica del Júcar y el Ayuntamiento.

Será la propia Conselleria de Territorio y Vivienda la que someterá la solicitud de autorización ambiental integrada y el estudio de impacto ambiental al trámite de información pública para que puedan presentarse las alegaciones oportunas.

La instalación está prevista para valorizar los rechazos procedentes de las plantas de tratamiento de residuos urbanos, que son papel y cartón, plástico, madera, textil, residuos combustibles y residuos del tratamiento mecánico de residuos. No está previsto la incineración de residuos tóxicos o peligrosos. La capacidad de tratamiento será de 350.000 toneladas al año en dos líneas de capacidad unitaria aproximadamente de 22 toneladas/hora.

La ubicación de la planta de valorización se prevé en una parcela clasificada como suelo urbano industrial de la partida Masia del Gall o Masia Retor en Vall d'Alba. Los núcleos poblaciones más próximos se encuentran en Vall d'Alba (2,5 kilómetros); Cabanes (4,4 kilómetros); Benlloch (5,7); Vilafamés (6); La Pobla Tornesa (6,5) y la Sierra Engarcerán (8,5). Las vías de circulación para acceder a la futura planta no discurren por el interior de estos núcleos urbanos.

Para la concesión de la autorización ambiental integrada, se ha presentado, junto a la documentación exigida en la Ley de Prevención y Control Integrado de la Contaminación, el correspondiente estudio de impacto ambiental. Las emisiones atmosféricas previstas son las propias de un proceso de valorización energética, las cuales deben cumplir los valores límites de emisión, apuntaron las mismas fuentes.