CASTELLON, 17 Feb. (EUROPA PRESS)
El alcalde de Vila-real (Castellón), Manuel Vilanova, aseguró hoy en rueda de prensa que es una "tomadura de pelo" que el jefe de la Policía Local, Angel Torres, alegue libertad religiosa para no asistir a las procesiones acompañando a la corporación municipal, aunque señaló que el Ayuntamiento acatará la sentencia dictada por el juzgado de lo contencioso-administrativo número uno de Castellón, en la que se estima el recurso interpuesto por Torres contra la resolución de la Alcaldía de dicha localidad.
Dicha resolución establece las reglas para la asistencia del intendente principal de la Policía Local o del funcionario que en cada momento ostente la Jefatura de la Policía Local a los actos públicos acompañando a la corporación. La sentencia declara la resolución "contraria a Derecho", por lo que decide anularla y dejarla sin efecto.
La sentencia se emitió como consecuencia de una demanda interpuesta por Angel Torres el 22 de septiembre de 2005 contra el Ayuntamiento de Vila-real, en impugnación de la resolución dictada por el consistorio en respuesta a la petición formulada por el recurrente por la que solicitó que se le eximiera de asistir a actos y ritos religiosos o confesionales en su condición de jefe de la Policía Local.
Vilanova, que aseguró que en "principio" el Ayuntamiento no recurrirá dicha sentencia, explicó que Angel Torres había asistido a las procesiones acompañando a la corporación municipal durante los 11 años en que gobierna el PP y los cuatro años que estuvo en la oposición "sin plantear ningún problema al respecto".
Según el alcalde, en 2004 comunicó que "era pesado ir los domingos a dichos actos, por lo que propuso que se hicieran turnos, a lo que le contesté que él cobraba un plus por ser jefe de la Policía Local, por lo que tenía la obligación de asistir a dichos actos". En cualquier caso, Vilanova aseguró que "siempre ha asistido a las procesiones porque quería".
Así mismo, Manuel Vilanova aseguró mostrar su "sorpresa" cuando en 2005 Angel Torres envió un escrito alegando la libertad religiosa para no asistir a misas y procesiones, "por lo que pedimos un informe a la Generalitat Valenciana, cuya respuesta no se le comunicó porque estaba de baja laboral". Ese mismo año, según el alcalde, el jefe de la Policía Local, coincidiendo con la fiesta de Santa Rita, se presentó en el Ayuntamiento con el alta y aseguró al concejal de la Policía que no asistiría el domingo a la procesión y misa que había programadas porque había presentado un escrito de alegación y, ese mismo día, interpuso una denuncia.
QUIERE TRABAJAR POCO
Vilanova manifestó que ese mismo domingo se enteró por el portavoz del PSPV que Angel Torres había interpuesto una querella "por atentar contra sus derechos", por lo que le comentó a Angel Torres que "si no quería, no entrase a la Iglesia, pero en ningún momento le amenazé, aunque este interpuso una querella por presuntas amenazas que todavía está pendiente de juicio de faltas".
A raíz de dichos acontecimientos, el Ayuntamiento aprobó un decreto para regular esta situación, que, según Vilanova, era "salomónico", ya que, aclaró, "consideramos que el jefe de la Policía Local no estaba obligado a entrar en ningún recinto religioso, pero sí a acompañar a la corporación a las procesiones, puesto que eran actos civiles, ya que la corporación no participa en ellas".
Vilanova manifestó que el Ayuntamiento acata la sentencia "porque está razonada por parte de la juez, la cual considera las procesiones como actos religiosos", aunque consideró que el problema de Torres "no es de libertad religiosa, sino de querer trabajar poco, por lo que su actitud deja mucho que desear".