La Real Compañía Ópera de Cámara recurre a una versión semiescénica de esta ópera que muestra "una Ifigenia en la intimidad"
MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Centro Cultural de la Villa de Madrid estrenará los días 14 y 15 de junio 'Ifigenia', la primera ópera del autor valenciano Vicente Martín y Soler que se representa en la capital con ocasión del bicentenario de su muerte. La Real Compañía Ópera de Cámara, dirigida por Juan Bautista Otero, es la responsable de esta versión semiescénica que luego viajará a Santiago de Compostela, Tenerife y Francia.
El director de la compañía, especializada en la recuperación de obras de compositores españoles e italianos de los siglos XVII y XVIII, reivindicó hoy la figura de Martín y Soler que aún en nuestros días "sigue siendo un desconocido a pesar de su altísima calidad y de la importancia que tuvo en su época".
Bautista Otero explicó que ha realizado dos versiones de esta ópera, la primera de finales de 1999 y la segunda hace dos años. "Para nosotros ésta es una Ifigenia en la intimidad. Presentamos la esencia del texto original pero centrado en los personajes principales, detrayendo ese mundo clásico a la historia contada por Eurípides y dando relevancia al sacrificio de Ifigenia", explicó.
El director musical ensalzó las exigencias técnicas y la expresividad de esta ópera y otras de la producción del compositor valenciano al que calificó de "animal de teatro". "En esta obra el compositor introdujo muchos de los elementos que luego aprovecharía para sus 'drama giocoso' y que le harían triunfar", recordó.
PUESTA EN ESCENA
Juan Bautista Otero, que lleva obsesionado con Martín y Soler desde muy joven (con 22 años realizó la edición de una de sus obras), señaló que esta versión que ahora llega al Centro Cultural de la Villa es "una apuesta legítima" que se interpretará con instrumentos de época.
"Hemos diseñado una puesta en escena simple y poco pretenciosa y hemos actualizado la forma pero no el contenido. El espectador se sorprenderá de la dificultad de esta pieza, una ópera de gran virtuosismo en la que se vislumbra el romanticismo y donde la figura humana cobra protagonismo, Nuestra intención ha sido buscar la la esencia y hacer que la música haga transitar por esos mundos poco comprensibles para algunos en estos días", indicó.
Así, por ejemplo, se ha sintetizado en dos horas la impasividad de Ulisse, el tormento dubitativo de Agamennone y la lucha doblegada de Achille ante el irreversible camino hacia la extinción de un ser. Una vela inmóvil y un espacio sin sonidos de pájaros ni ruidos sirve de marco al transitar de Ifigenia: del blanco impoluto de la novia que llega a Aulide para su boda a la pureza funestada en negro y finalmente transformada en el rojo de su sangrienta inmolación, son los colores que han imaginado los responsables de este espectáculo para su particular homenaje neoclásico a Eurípides y Martín y Soler.
