VALNCIA, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a diez años y tres meses de prisión a un hombre que mató a su madre tras tirarla al suelo de un empujón, descuartizó el cadáver en tres partes y lo metió en bolsas de basura que arrojó a diversos contenedores para deshacerse de él.
Tras un veredicto de culpabilidad de un jurado popular, la sala le considera autor de un delito de homicidio, con las agravantes de parentesco y abuso de superioridad, y de un delito de profanación de cadáver. Para ambos, el presidente del tribunal del jurado contempla la atenuante de confesión.
El hombre no podrá acercarse ni comunicarse durante 20 años con sus dos hermanos, a los que indemnizará con 200.000 euros a cada uno. Tras la confesión del condenado, acusación particular y defensa se adhirieron a la calificación y petición de pena que realizó el Ministerio Fiscal.
Los hechos sucedieron en abril de 2011 en el domicilio de Valncia en el que el hombre convivía con su madre, cuando se produjo una discusión entre ambos durante la que el condenado empujó fuertemente a la víctima, que cayó al suelo de espaldas y se golpeó mortalmente la cabeza contra el suelo. Días después, llevó el cuerpo al cuarto de baño, donde lo cortó en tres partes, lo metió en bolsas de basura y lo tiró a diferentes contenedores cercanos a su domicilio.
Para el magistrado-presidente, la prueba de cargo ha quedado constituida especialmente por la confesión del acusado, que reconoció cada uno de los hechos, lo que está en correspondencia con la reconstrucción de los hechos que se llevaron a cabo.
Además, se destaca que el acusado fue "plenamente consciente" de su confesión dado que, de acuerdo con los médicos forenses, no sufre ninguna enfermedad mental aunque su personalidad presente rasgos psicóticos que no modifican las bases psicobiológicas de su imputabilidad.
También se contó con la declaración de la responsable policial de la investigación, que explicó las gestiones realizadas para constatar la inesperada ausencia de la madre del acusado, que dejó interrumpidas "de cuajo" sus actividades cotidianas.
