Condenan a 17 años de cárcel a un hombre por el asesinato de un abogado ecopacifista en Valencia

Actualizado: jueves, 13 diciembre 2012 18:44

VALENCIA, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -

La sección quinta de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a 21 años de cárcel a un hombre que mató a un abogado, miembro del partido ecopacifista, en Valencia en unos hechos que ocurrieron el pasado mes de febrero. Al acusado se la ha impuesto una pena de 17 años y seis meses por asesinato alevoso y otra de 3 años y medio por robo con violencia, además de que deberá indemnizar a la familia de la víctima con 102.000 euros, según consta en la sentencia dictada.

Los hechos ocurrieron en la tarde del sábado 12 de febrero de 2012, día en que la víctima y el procesado se fueron a tomar primero una cerveza en un bar del centro de Valencia, y luego acudieron al piso del primero, en la calle Hernán Cortés.

Durante el acto sexual, en un momento determinado, el acusado golpeó con un jarrón a la víctima en la cabeza, mientras ésta estaba de rodillas, lo que le causó una herida de cuatro centímetros e hizo que cayera a suelo y se quedara en estado de inconsciencia. La víctima había consumido también bastante alcohol, tal y como demostró su posterior análisis de sangre, que arrojó un resultado de 2,42 g/l.

Seguidamente, el acusado registró los bolsillos de la víctima y le sustrajo la cartera y el teléfono móvil; luego le asestó una puñalada con un cuchillo que le atravesó el corazón y le causó de inmediato la muerte. Tras el crimen, abandonó el lugar. El cadáver fue hallado al día siguiente por la hermana.

AGARRADOS DEL BRAZO

La jefa de Homicidios que se hizo cargo de la investigación de este crimen declaró durante el juicio que se llegó a localizar al acusado por las huellas, y tras ser identificado por una vecina y por unas cámaras de seguridad de tráfico que le grabaron cuando salía de un bar el día de los hechos junto a la víctima. En el vídeo se pudo ver a la víctima rodeando con su brazo al procesado.

La inspectora explicó que tras entrevistarse con un empleado del bar, éste les comentó que el acusado y la víctima habían estado tomando una cerveza, y los diferentes análisis practicados permitieron localizar las huellas del sospechoso en un botellín. Estas mismas huellas fueron las que se encontraron en la vivienda de la víctima, donde también se hallaron pelos en la cama y restos biológicos de semen en los zapatos de la víctima.

Además, según el relato de la agente, la víctima pudo contactar con el procesado en la zona del río próxima a Viveros, lugar en el que confluyen diferentes hombres que se dedican a la prostitución. Ha explicado que seguía este recorrido para ir desde la casa en la que vivía --calle Alboraya-- hasta la que tenía alquilada anteriormente en el centro de la ciudad.