El Consell acusa a la Fiscalía de actuar de "sembradora de sospechas" con un sistema de investigación "inquisitorial"

Europa Press C. Valenciana
Actualizado: viernes, 28 abril 2006 17:58

VALENCIA 28 Abr. (EUROPA PRESS) -

El portavoz del Consell, Esteban González Pons, acusó hoy a la Fiscalía de la Comunitat Valenciana y a su máximo responsable, Ricard Cabedo, de actuar de "sembradora de dudas y sospechas" y de "agente de la indefensión", con formas de investigación propias de un "sistema inquisitorial", y advirtió de que la "politización" del ministerio público valenciano "acabará también teniendo un límite".

González Pons realizó estas declaraciones en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell después de que se conociera ayer que la Fiscalía de Valencia ha informado a la Fiscalía General del Estado sobre la existencia de cuatro diligencias incoadas en esta provincia --dos de ellas en juzgados y las otras dos en este órgano-- relativas a actuaciones por supuestas irregularidades imputadas a funcionarios u órganos de la admnistración pública relacionadas con la actividad urbanística.

El portavoz del Consell, quien señaló que "queremos un fiscal profesional, no un fiscal político", catalogó de "muy grave" lo que, en su opinión, está ocurriendo con la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, ya que, según denunció, mediante una "filtración", algo que supone una "vía inapropiada para una actuación de un organismo público", se habla de cuatro casos de "posible corrupción urbanística" sin aclarar a qué administraciones corresponden.

Según denunció, "esto no puede hacerlo nunca" el ministerio público, ya que "si no da toda la información, no debe dar ninguna información". "El fiscal -dijo- es el guardián del derecho a la legítima defensa" de la ciudadanía y no puede ser "el agente de la indefensión en una comunidad autónoma".

González Pons defendió que "ninguna institución pública" de la Comunitat Valenciana, es decir, "ni la Delegación del Gobierno ni la confederación hidrográfica, ni los municipios ni las diputaciones ni la Generalitat tienen por qué sentirse indefensos porque el fiscal o la Fiscalía filtran información de manera sesgada", y agregó que "cuando a una sociedad se le da información parcial, estamos, en términos estrictamente jurídicos, ante un sistema de investigación inquisitorial".

Además, González Pons argumentó que, según la memoria de la Fiscalía General del Estado de 2005, "únicamente" el 1,5 por ciento de las diligencias previas incoadas por la Fiscalía se abrieron en la Comunitat Valenciana, y que, de ese porcentaje, "sólo" un 15 por ciento lo fueron por materia urbanística. "Si creen que ese 15 por ciento justifica la presencia de un fiscal especial es que hemos empezado todos a perder el límite de las cosas", indicó.

El conseller indicó que "todo tiene un límite, y, al final, la politización de la Fiscalía acabará también teniendo un límite", y aseguró que "sabemos cuántas diligencias políticas está abriendo o intentando abrir la Fiscalía", pero no "cuál es su resultado" ni "cuáles tiene encima de la mesa pendientes de archivo".

Mientras tanto, agregó, "la sensación de que la delincuencia crece" en la Comunitat "aumenta y, al paso que vamos, lo que va a tener que nombrar al final el fiscal general del Estado va a ser un fiscal especial para que haga el trabajo del fiscal" del TSJ, mientras él "se dedica a perseguir al PP o a sembrar dudas sobre la gestión del PP".

González Pons aseguró que "no es nada bueno que las instituciones pierdan la confianza en la Fiscalía", pero añadió que "al paso que vamos, dentro de muy poco, puede que este portavoz tenga que salir a decir que no nos fiamos del fiscal que hay en la Comunidad", porque "feo fue abrir diligencias contra la Casa Cuna", y también es "feo" que el fiscal "filtre información parcial, sesgada sobre una materia, parece que intentando ganar notoriedad o tapando no se qué otro asunto que pueda estar en marcha en los medios de comunicación".

El conseller manifestó que "ser fiscal es como ser ministro del Interior o jefe de la Policía", dado que es un puesto "muy delicado", que maneja "información sensible" y recursos que hay que tratar "con exquisitez" porque "rozan siempre la piel de los derechos individuales más sagrados".

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