VALENCIA, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
La portavoz de la Generalitat valenciana, Paula Sánchez de León, criticó hoy "el castigo al que el Gobierno socialista está sometiendo a la Comunitat al disminuir la inversión prevista para 2010 en un 9,27 por ciento". A su juicio, el presidente del Ejecutivo central, José Luis Rodríguez Zapatero, "castigó a todos los valencianos con un sistema injusto de financiación y ahora los quiere rematar con un presupuesto escaso", lamentó.
Para la portavoz, "ese sacrificio que Zapatero y sus ministros piden ahora a los contribuyentes se va a traducir en que los ciudadanos de Valencia, Castellón y Alicante van a tener que aportar a las arcas del Estado un total de 847 millones por la subida de impuestos, que se suman a los 217 millones de euros que nos quitan del los presupuestos".
"Desde el Consell --continuó-- no podemos tolerar esta situación que carece de justificación posible. El Gobierno debería tomar nota del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, que ha demostrado que en época de crisis se puede disminuir la presión fiscal para reactivar la economía y además hacer un plan de austeridad del gasto público".
Además, Sánchez de León destacó "la triste realidad" de que la Comunitat Valenciana "esté perdiendo peso en los presupuestos estatales año tras año". "El señor Zapatero --agregó-- está ahogando poco a poco las expectativas de crecimiento de los valencianos". La portavoz se refería así al hecho de que en 2008, la inversión destinada a la Comunitat fuera del 9,5% en el conjunto de los PGE, del 9,4% este año y del 9% que lo será en 2010, detalló.
En la misma línea, Paula Sánchez de León censuró que el Gobierno central, "en vez de sumar esfuerzo para contribuir al progreso de la Comunitat, lo que hace es premiar a los que restan y a los que reniegan de España".
Por último, insistió en que "han elaborado un presupuesto que aumenta los impuestos, no estimula la economía, ni aumenta nuestra productividad y competitividad". "De esta forma las actuaciones del gobierno de Zapatero no nos van a permitir alcanzar un crecimiento estable y sostenido a largo plazo, y tardaremos más que los países de nuestro entorno en salir de la crisis", advirtió.
