VALENCIA 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Inmigración y Ciudadanía, Rafael Blasco, presentó esta mañana la campaña que se ha diseñado para "disuadir" a los potenciales inmigrantes de Marruecos y Senegal del uso de cauces "no legales" para llegar a Europa.
Para lograr este objetivo, se realizará un trabajo de campo "combatiendo contra el esteriotipo arraigado de que el emigrante es un modelo de éxito pese a que la realidad hable de condiciones deplorables, explotación, deportación e incluso riesgo de la propia vida", según informó la Generalitat en un comunicado.
Esta campaña, cuyo eje estratégico es actuar contra la percepción de Europa como paraíso, es el resultado del Proyecto Infomigra tras 18 meses de investigación en Marruecos, Senegal, Italia, Grecia y España.
Una iniciativa, avalada por la Unión Europea, que tal y como señaló el conseller de Inmigración y Ciudadanía, Rafael Blasco, ha supuesto "un intenso trabajo que ha posibilitado perfilar las bases de la campaña, conocer las líneas en las que hay que ahondar y la forma de llegar a los posibles migrantes".
La campaña, encargada por la Conselleria de Inmigración y Ciudadanía al Departamento de Comunicación Audiovisual, Publicidad y Tecnología de la Información de la Universidad CEU Cardenal Herrera, está dividida en tres niveles.
En primer lugar, el denominado "afectivo", que se sustenta bajo la intención de poner las bases para la generación de un movimiento social que pueda ser fácilmente compartido por el público objetivo. Se trata de aproximarse a los potenciales migrantes añadiendo valor a un sentimiento que juega en contra de abandonar el país así como informar de las posibilidades de su propia tierra o de la inmigración legal como medio de apoyo a la comunidad a través del codesarrollo.
Según los coordinadores de la campaña, los doctores José Manuel Amiguet y José Martínez Sáez, desde el CEU-UCH "se ha propuesto una campaña destinada a generar un movimiento social basado en el orgullo en la propia cultura y en las raíces, así como en el futuro del propio país".
Tal y como explicó Blasco, "se actuará directamente sobre el mensaje positivo como medio para influir indirectamente en el comportamiento de emigrar ilegalmente con todos los peligros que ello acarrea".
En el segundo nivel --"cognitivo"--, se propone la realización de materiales como folletos y reportajes para su difusión entre la comunidad educativa, política, social y religiosa. Finalmente en el nivel "comportamental" se apuesta por comunicarse con la juventud utilizando para ello la música, el deporte y la televisión.
GIRA DE CONCIERTOS Y SERIE DOCUMENTAL
En la propuesta se incluye la posibilidad de realizar una gira de conciertos así como una serie documental que constará de 12 capítulos grabados por los propios protagonistas de las migraciones ilegales y que ahonden en las penurias del viaje y la supervivencia en destino.
Todas estas propuestas se han desarrollado tras conocer la situación real tanto en Senegal como en Marruecos. En este sentido, el estudio realizado en Senegal, realizado por uno de los socios del Consell para llevar a cabo Infomigra Cruz Roja Española, desvela que el 90 por ciento de los senegaleses considera la emigración como la solución a sus problemas.
Del mismo modo, los familiares de las personas que parten tienen una opinión positiva del proceso migratorio para escapar de la falta de medios y acceso a recursos y servicios. Así, más de la mitad de los entrevistados tiene familiares viviendo en el extranjero.
Por otra parte, la situación en Marruecos, el otro país objeto del proyecto, no dista mucho. La investigación, realizada con la Asociación Valenciana de Ayuda al Refugiado, señala que en la actualidad hay unos 15.000 emigrantes subsaharianos en las principales ciudades marroquíes pendientes de continuar su emigración a Europa. T
ambién en este país norteafricano, cuyas principales causas de la emigración son la pobreza extrema, el analfabetismo, el paro, la economía sumergida y el éxodo rural, la emigración irregular de uno de los miembros de la familia es "cada vez más un proyecto familiar en el que todos contribuyen como una inversión de futuro, tanto en origen como en destino".
Además, el estudio desvela que durante los últimos diez años el volumen de negocio movilizado por las redes delictivas de tráfico de personas puede ascender hasta los 2.000 millones de euros. El coste del viaje a Europa oscila entre los 500 y los 3.000 euros.