Convoy.- Dómine defiende que la seguridad ferroviaria "radica en el estricto cumplimiento del reglamento de circulac

Argente dice que no hay ningún sistema de "riesgo cero" e insiste en que la única hipótesis que se baraja es el exceso de velocidad

Europa Press C. Valenciana
Actualizado: jueves, 27 julio 2006 18:58

VALENCIA, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -

El director general de Transportes, Puertos y Costas de la Generalitat valenciana, Vicente Dómine, defendió hoy en las Corts Valencianes que la seguridad ferroviaria "radica en el estricto cumplimiento del reglamento de circulación" y añadió que los sistemas de seguridad prevén "algunas contingencias muy señaladas" pero "responsabilizan, como no puede ser de otra forma, a quien tiene en sus manos resolver las contingencias de un tren".

Dómine, que abrió la ronda de comparecencias en la comisión de investigación de las Corts Valencianes sobre el accidente del pasado 3 de julio en la línea 1 de Metrovalencia, que ocasionó la muerte de 43 personas, insistió en que ningún sistema de seguridad "asegura la inexistencia de un accidente si no se cumple plenamente el reglamento de circulación".

El también vicepresidente del consejo de Administración de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) explicó que el sistema de frenado automático puntual (FAP) se eligió en 1992 "correctísimamente" y el Gobierno del PP lo terminó de instalar porque los sistemas de seguridad en ferrocarril, dijo, "no se cambian todos los días; están unidos al tren y a la vía".

En este sentido, explicó que la flota de trenes existente en 1992 debía recorrer una distancia de 70 kilómetros desde Valencia "por una vía que en muchos sitios era una barra corta de 18 metros" con juntas, que originaba un "traqueteo" en los vagones e "impedía la implantación de un sistema de seguridad de otro tipo que el que se dispuso". Destacó que el sistema FAP "es completamente seguro" y es similar al utilizado por el resto de líneas europeas.

También resaltó que la línea 1 fue trasferida a la Generalitat en unas condiciones "absolutamente lamentables" y "descapitalizada" y, al respecto, resaltó las inversiones realizadas por el Gobierno del PP en la "renovación total de la infraestructura" y la seguridad, que cifró en más de 200 millones de euros hasta la actualidad.

VELOCIDAD "INUSITADAMENTE ALTA"

Sobre las circunstancias del accidente del pasado 3 de julio, indicó que los análisis realizados por el Comité de Seguridad de la Circulación de FGV y los técnicos hablan de un "incidente de vuelco y no de un descarrilo" y señaló que ese vuelvo fue producido por una "fuerza centrífuga" al entrar el tren en la curva a una velocidad "inusitadamente alta". Insistió en que en esas condiciones se "agotaban todas las posibilidades de seguridad".

Por su parte, la oposición inquirió sobre las inversiones destinadas a seguridad y preguntó si, con la instalación de las medidas adecuadas, el accidente se podría haber evitado. También denunció el "desvío de fondos" del presupuesto destinado a FGV por el Gobierno estatal, a través de un contrato-programa, entre los años 2000 y 2003 y el gasto sufragado por la empresa de medio millón de euros en la construcción de un aparcamiento para autobuses con motivo de la visita del Papa a Valencia.

Sobre el contrato-programa, Dómine señaló que respondía a costes operativos corrientes de la línea y reconoció que sufrió "una serie de avatares" pero indicó que debido a "costes de funcionamiento" distintos a los presupuestos de inversión y la financiación de infraestructuras.

Respecto al aparcamiento, indicó que esta instalación queda en los "activos" de FGV y defendió que su coste "en modo alguno ha distraído ni uno solo de los céntimos destinados a seguridad". A su juicio, es "difícil argumentar que después de una inversión de 30.000 millones de pesetas en 10 años ha habido alguna limitación económica para asumir cualquier sistema de seguridad en la Línea 1". También avanzó que la nueva línea 2 funcionará con un sistemas de conducción automática o con un sistema automático "mucho más avanzado".

El jefe de la línea 1, Sebastián Argente, defendió que la curva en la que se produjo el accidente, situada antes de la estación de Jesús de Valencia, "no se puede considerar punto negro" porque nunca antes se había registrado un incidente en ese punto, por donde 127 maquinistas pasan cada día de 6 a ocho veces, aseveró.

"FAP ES UN SISTEMA FIABLE"

También manifestó que no hay "ningún sistema de seguridad de riesgo cero; no hay ningún sistema de seguridad que garantice al cien por ciento la seguridad", insistió, si bien recalcó que el FAP es un "sistema fiable y totalmente seguro para la explotación de la Línea 1".

Argente explicó que con este sistema, las balizas se instalan en señales variables y nunca de forma previa salvo en entradas a estaciones o pasos a nivel y añadió que no se utiliza para "proteger la geometría de la vía".

Preguntado por el portavoz adjunto del PSPV Andrés Perelló por si se descartaba que hubiera habido algún fallo mecánico que ocasionara el accidente, recalcó que el proceso de investigación "está en manos de la policía científica", si bien indicó que la única "hipótesis que se baraja que yo conozca es el exceso de velocidad". Insistió que la instalación de balizas o del sistema ATP "no tiene riesgo cero".

También aseguró desconocer el paradero del libro de averías de la unidad siniestrada puesto que la cabina, dijo, está precintada por la policía científica.

Por último, Sebastián Argente transmitió su "sentido pésame" a todos los familiares de las víctimas y de los dos compañeros de FGV fallecidos y, en este punto, no pudo continuar sus palabras debido a la emoción y dio por concluida su comparecencia.

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