VALENCIA 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
El esplendor de 'La India de los Maharajás' de principios del siglo XX llega al L'Iber, museo de los soldaditos de plomo, a través de 2.000 figuritas de elaboración artesanal que sumergen al visitante en la belleza del exotismo oriental, rodeado de olores a inciensos y música de la época.
Con esta muestra, que estará abierta al público hasta el 31 de agosto, se podrá ver por primera vez en España la recreación completa de la procesión Durbar de 1903, una eclosión de color y opulencia históricas en la ciudad de Delhi donde los maharajás llegaron de todos los rincones de la India con sus impresionantes elefantes, desplegando sus séquitos, embajadores, bandas de música y bailarinas para conmemorar la coronación del rey británico Eduardo VII como emperador de la India.
Junto a ellos, la mirada de la población que se agolpaba en las calles, así como los ambientes típicos de los bazares de la ciudad con sus faquires, encantadores de serpientes, bailarinas, puestos de venta e incluso el contraste con los espacios coloniales británicos dejan ver la "multiplicidad" y "el pulso de la India de aquella época", que englobaba también a lo que ahora son Pakistán y Bangladesh, explicó hoy el director del Museo L'Iber, Alejandro Noguera, durante la presentación de la exposición.
La piezas, hechas tanto de plomo puro como de peltre (fusión de plomo, estaño y antimonio) y pintadas a mano por la marca inglesa Marlborough, -pequeña empresa de unas cuatro personas-, forman parte de una de las únicas tres colecciones completas que existen en el mundo del Durbar de 1903. Las otras dos permanecen en Inglaterra y son privadas. Pertenecen a una serie numerada y limitada de la que se han hecho mil figuritas de cada imagen.
En ella se pueden encontrar miniaturas que van desde los 70 euros del monito más pequeño del bazar o de hasta 1.800 euros la más cara. Llaman la atención los elefantes por su tamaño y la decoración que llevan, pero también la recreación de la caza del tigre, cuyas figuras "recuerdan a la inocencia de juguete antiguo con un toque naif muy divertido", o los 'skinners horses' "de una belleza escultural y pictórica increíble", destacó Noguera.
De este modo, se pretende "rendir homenaje a la India milenaria" así como a "lo que los ingleses hicieron de bueno allí", apuntó el responsable del museo. En este sentido, puntualizó que "pese a no olvidar las atrocidades que cometieron, también llevaron el ferrocarril, el idioma, que será una de sus grandes ventajas para el futuro, y legaron la organización estatal occidental que se ha adaptado a la idiosincrasia de la India y que le permitirá convertirse en una gran potencia".
La idea es "transmitir cultura" al ciudadano, subrayó Noguera, por lo que la exposición se completará con una serie de actividades paralelas que incluyen un ciclo de conferencias, cine, debate y cuentacuentos.
De este modo, se pretende profundizar sobre la India desde los diferentes ámbitos cultural, político, social e histórico en charlas programadas a las 19.30 horas sobre 'Alejandro Magno y la India' (24 marzo), 'El arte de Ghandara' (14 abril), 'Amor y sexo en el arte indio' (15 mayo), 'El gran juego: geopolítica ruso-británica en la India y Asia Central del s.XIX' (16 junio) y las 'Tropas indias en la Segunda Guerra Mundial' (21 julio).
Además se proyectarán las películas clásicas y modernas que van desde el bollywood (18 mayo) hasta 'Kim de la India' (20 mayo), 'Gunga Din' (25 mayo) y 'Ghandi' (27 de mayo), todas ellas a las 19.30 horas.
Los más pequeños también podrán participar con una serie de talleres y cuentacuentos los sábados a las 12.00 horas: 'Crea tu elefante indio' (13 marzo), 'El libro de la selva' (17 abril) y 'Nasrudín y el asno' (21 julio).
Con 'La india de los Maharajás', el museo de los soldaditos de plomo reúne más de 87.000 piezas a las que va dando salida en exposiciones temporales. Inaugurado en el 2007, en tan solo tres años se ha convertido en uno de los primeros en número de visitas de la Comunitat Valenciana, que atrae a aficionados de todo el mundo, con 78.000 en 2008 y más de 40.000 en 2009, un descenso que Noguera atribuyó a que este espacio también se ha visto "afectado por la crisis". No obstante, confió en "recuperar" el número de centras a lo largo de 2010 con exposiciones como 'La india de los Maharajás'.
En este sentido, el director de L'Iber aseguró que este museo "está teniendo mucha aceptación" entre el público. Según dijo, la afición por las figuritas de plomo está "creciendo" aunque en facetas diferentes a las que tenía antes. Así, mientras desaparece el coleccionista que compra y pone las figuras en una vitrina, aumentan los que se dedican a la pintura de las mismas, y los que hacen juegos de guerra.
Así, "los más pequeños se introducen en el mundo de los soldaditos de plomo a través de la fantasía y luego derivan a la Edad Media" y se van introduciendo en etapas históricas y van aprendiendo sobre ellas.
Para todos ellos, el Museo L'Iber quiere ser un "lugar de encuentro y un espacio donde poder jugar, aprender, divertirse y pintar", sin ningún afán militarista, "lo que queremos es mostrar historia", sentenció Noguera.