Cultura.- 32 esculturas desvelan la forma de vida de la antigua Roma a través de sus rostros en el Museo de Prehistoria

Actualizado: jueves, 2 abril 2009 16:48

VALENCIA, 2 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Museo de Prehistoria de Valencia inaugura hoy una muestra que desvela la forma de vida en la antigua Roma a través de los rostros de sus más célebres personajes históricos e imperiales así como de las personas anónimas, generalmente de clases pudientes, que vivieron aquella época, todos ellos representados a lo largo de 32 esculturas de mármol y bronce rescatadas de entre los siglos I a.C y hasta el siglo III d.C.

Bajo el título 'Rostros de Roma', esta colección itinerante de bustos, cabezas y sarcófagos, cuyas piezas proceden del Museo Nacional de Arqueología --actualmente en obras--, y permanecerá en Valencia hasta el próximo 28 de junio, tras haber pasado por Alicante y Palma de Mallorca, fue presentada hoy en rueda de prensa por sus comisarios Paloma Cabrera y Bruno Ruiz-Nicoli, junto al director territorial de la CAM (entidad patrocinadora), Vicente Botella, el diputado de Cultura Salvador Enguix, y la directora de este Museo, Helena Bonet.

El recorrido por estas piezas "únicas y originales de un valor histórico e iconográfico importantísimo" constituye un "viaje al pasado, hacia nuestras raíces", donde "el retrato fue un elemento esencial de la cultura romana", resaltó el diputado de Cultura, Salvador Enguix.

En la misma línea, la directora del Museo de Prehistoria, Helena Bonet, subrayó que esta es un "ocasión única" para contemplar de forma "unitaria" esta selección de retratos de personajes públicos y privados de la etapa del final de la República y del Imperio Romano, algunas de las cuales formaban parte de la ornamentación pública de las ciudades, mientras otras decoraban las paredes de villas rústicas y grandes mansiones.

REFLEJO DEL "PODER"

Procedentes de yacimientos españoles, o adquiridos por grandes coleccionistas privados del siglo XIX como el Marqués de Salamanca, estas piezas que integran los fondos fundacionales del Museo Arqueológico Nacional permiten apreciar lo "crucial" que fue el retrato en la cultura y el arte romano "para mostrar la imagen del poder" así como para transmitir las costumbres de los ciudadanos, generalmente de las clases sociales acomodadas, destacó la comisaria de la muestra Paloma Cabrera.

Alejandro Magno, Marco Antonio o Nerón son algunas de las figuras de 'Rostros de Roma', a través de las cuales se busca "comprender esa sociedad romana, esa política romana, ese establecimiento del poder y su desarrollo de los siglos", precisó Cabrera. Refleja "la estructura y legitimación del poder" romano donde la imagen jugó un "papel fundamental". Para ello, la muestra se estructura en tres capítulos.

En el primero de ellos, dedicado a 'Monarcas y filósofos', introduce en los orígenes del retrato, en el mundo griego, que comenzó con "retratos más bien tipológicos", que reflejaban a los personajes por aquello a lo que se dedicaban (inmortalizando autores trágicos y filósofos), aunque con determinados rasgos individuales de cada persona.

Esta parte recuerda asimismo como el mundo romano heredó el nacimiento del "retrato oficial monárquico", en el que se intentaban representar los "rasgos fisonómicos" además del "espíritu" del personaje, indicó la comisaria.

El segundo capítulo repasa la 'Historia Augusta' a través del "retrato privado", explicó Cabrera, cuya tendencia se inclinaba hacia el "realismo", con los caracteres reales de los retratados, "aunque ello implique representar la fealdad o la vejez", apuntó la Cabrera. En esta época, la escultura se va despojando del "idealismo" propio oficial. Este tipo de retratos sigue las "modas" y "estilos" de la época, mostrando los peinados típicos de entonces, agregó.

Por último, la muestra acaba con 'Cives Romani', una serie de retratos de la República en los que cobran importancia la funciones de "honrar a los ciudadanos que habían destacado en el servicio a la ciudad mediante esculturas de bronce que poblaban los espacios públicos", así como la de "mantener viva la memoria de los difuntos de las familias ilustres", con sus "ansias y pasiones", mediante representaciones del arte funerario.