MADRID/VALENCIA 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
La ciudad de Alicante es la quinta más cara para ver el cine, con un precio de 7,30 euros por entrada, por detrás de Albacete (8,00 euros), A Coruña (7,50), Oviedo (7,50) y Madrid (7,35), según un estudio comparativo de FACUA-Consumidores en Acción, realizado sobre los precios de 145 cines en las cincuenta capitales de provincia de España y las dos ciudades autónomas.
Asimismo, los cines de Valencia y Castellón se encuentran en la media nacional, que se sitúa sobre los 6,35 euros por entrada. Así, Valencia es una de las veinticinco ciudades con el precio de la entrada más cara, con 6,42 euros, y Castellón la vigesimosexta con 6,30 euros por entrada.
A nivel nacional, los datos indican que el precio medio de la entrada en día normal está un 6,7 por ciento por encima de los 5,95 euros que se cifraron en 2009, con idéntico número de ciudades, aunque no de cines. En 2008 la media fue de 5,75 euros (en cines de treinta y tres capitales españolas); en 2007, la media fue de 5,41 euros; en 2006, 5,22 euros; en 2005, 5,05 euros y en 2004, 4,80 euros.
El precio medio de la entrada en día normal está un 6,7 por ciento por encima de los 5,95 euros registrados en 2009. En 2008, la media fue de 5,75 euros, en 2007 de 5,41 euros, en 2006 de 5,22 euros, en 2005 de 5,05 euros y en 2004 de 4,80 euros.
LOS CINES MÁS CAROS
De los 145 cines encuestados por FACUA, el Cinesa Heron City, de Barcelona, es el que alcanza el precio más alto, 8,10 euros, seguido del Yelmo Cines Imaginalia en Albacete, el Yelmo Cines Isla Azul y el Yelmo Cines Plenilunio en Madrid, todos ellos con un precio de 8,00 euros en la entrada normal.
Los más baratos de los analizados son Cines Madrigal, de Granada, donde la entrada un día laborable cuesta 4,00 euros, seguidos de Multicines Centro, también en Granada, 4,50 euros, y de Multicines El Centro, en Cádiz, 5,20 euros.
A la luz de este estudio, FACUA denuncia la imposición ilegal que establecen muchos cines de entrar en las salas exclusivamente con bebidas o alimentos adquiridos en el interior de sus recintos, cuyos elevados precios llegan a ser, en el caso de los refrescos, hasta cinco veces más caros que en otros establecimientos.
La asociación recomienda a los usuarios afectados que exijan hojas de reclamaciones para denunciar estas irregularidades, ya que la citada imposición es una cláusula abusiva establecida en el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios.
Otra crítica es que numerosos cines no cuentan con un buen aislamiento acústico entre sus salas o con respecto al exterior. Asimismo, una queja frecuente de los consumidores es que las primeras filas de muchos cines están extremadamente cerca de la pantalla, lo que supone tanto incomodidad como la pérdida de calidad en el visionado de la película.
FACUA también pone de manifiesto que en muchos multicines, la falta de operarios suficientes para controlar las proyecciones hace que sean los espectadores quienes tengan que avisar cuando se produce una avería y la película se para, se queda sin sonido o imagen o su calidad es deficiente. Por otro lado, la organización indica que los usuarios también deben exigir que las salas, al igual que los lavabos, se limpien entre cada sesión.
Por último, también hay quejas en cuanto a la falta de puntualidad en el comienzo de la película con respecto a la hora indicada en la entrada, debido a la inclusión de una cantidad excesiva de publicidad en ciertas salas.