Una exposición en el Jardín Botánico de la UV exalta los valores culturales del paisaje del naranjo

Paisaje del naranjo
UV
Actualizado: miércoles, 12 diciembre 2012 12:04

VALENCIA, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Universitat de València (UV) inaugura este miércoles en el Jardín Botánico la exposición 'Huertos de naranjos. Visiones culturales de un paisaje', que pretende mostrar cómo las diferentes manifestaciones artísticas han captado el paisaje del naranjo y lo hace mediante numerosas fotografías procedentes de colecciones públicas y privadas y material audiovisual.

La muestra está comisariada por el profesor de la UV Adrià Besó, que explica que "no es una exposición sobre la naranja, o sobre el naranjo, sino sobre las visiones del paisaje del naranjal por parte de las diferentes formas de expresión artística".

"Un nuevo paisaje arraigado en la tradición cultural valenciana del huerto-jardín que transformó los secanos próximos a las llanuras litorales hasta convertirlo en un auténtico vergel. Esto es un testimonio ilustrativo que la transformación necesaria del paisaje que se produce cuando finalizan los ciclos económicos no debe significar siempre su destrucción o urbanización, sino que puede dar resultados sorprendentes y de una gran calidad estética, como ocurrió hace más de cien años con los huertos de naranjos", añade el especialista.

Una invitación --la de esta exposición, que puede visitarse hasta el próximo 19 de marzo en el jardín-- para reflexionar sobre un paisaje, el autóctono nuestro, el del naranjo, que también está afectado por la crisis y que se está transformando y perdiendo, con las repercusiones que esto también tiene y tendrá en la cosmovisión y percepción de la cultura valenciana, atendiendo que la imagen del naranjal como gran vergel y de la naranja como fuente de riqueza y prosperidad ha sido desde sus inicios adoptada como una de las señales identitarias. Esta exposición se ha organizado y producido con un planteamiento que facilite su itinerancia posterior por diferentes poblaciones valencianas.

La selección acerca al público a la visión del huerto de naranjos y del paisaje citrícola a través de las imágenes creadas por la fotografía, la literatura y el cine entre 1880 y 1930, la época dorada para el crecimiento de este paisaje y está estructurada en cinco partes.

Según se puede contemplar en esta exposición, A finales del siglo XVIII se inician en los círculos ilustrados las primeras experiencias del cultivo del naranjo con una finalidad comercial, del que se obtienen cuantiosos beneficios económicos. En un primer momento los huertos de naranjos quedarán centrados en los núcleos de la Ribera y de La Plana de Castellón donde se desarrollaron de forma muy lenta, hasta que a mediados del siglo XIX se dieron las condiciones que favorecieron la exportación de la producción a los países europeos.

CUALIDADES ESTÉTICAS

Pero a partir de 1880 el naranjo se extendió de forma generalizada por toda la franja litoral comprendida entre La Plana de Castellón y la Safor hasta llegar a la década de los años treinta. Las cualidades estéticas del naranjo como árbol de jardín se extendieron a todo un paisaje que se cultivó de forma esmerada, gracias a los importantes beneficios económicos que generó.

Desde sus orígenes este paisaje recibió una valoración estética reflejada en los relatos de los autores que por varios motivos trataron de aproximarse, como el mismo Cavanilles, Madoz, Lassala, Bodí, la Condesa de Gasparín, etcétera. En un principio esta percepción solo se materializa por parte de determinadas personas pertenecientes a los ámbitos científicos y por visitantes extranjeros.

Pero será en esta época dorada del cultivo que se sitúa entre 1880 y 1930, sobre todo en la transición del siglos XIX al XX, cuando la burguesía asuma el liderazgo en la expansión agraria valenciana y en el cultivo de la naranja, cuando reciba una especial atención por parte de escritores, pintores y fotógrafos o productores de cine, que con sus obras lo elevarán a la categoría de paisaje, transmitiendo unos valores que serán aprehendidos por los diferentes estratos de la sociedad.

Llama la atención cómo las diferentes manifestaciones culturales coinciden en transmitir un concepto de huerto idealizado bastante similar y en situar el paisaje de los huertos por excelencia en Alzira y Carcaixent, donde la mayor concentración de huertos le otorga un carácter sublime que despertará experiencias estéticas que se materializarán en las diferentes formas de expresión artística.