VALENCIA, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Centre Cultural La Nau de la Universitat de València (UV) evoca la democratización del arte que se produjo entre las décadas de los sesenta y ochenta del pasado siglo con casi 70 piezas de autores de la talla de Tàpies, Chillida, Saura o Litchenstein, entre otros, reunidas en la exposición 'Arte gráfico en la colección Martínez Guerricabeitia'.
La muestra, que ha sido presentada en rueda de prensa por el vicerrector de Cultura, Igualdad y Planificación de la UV, Antonio ariño, propone un recorrido por la creación "radicalmente comprometida" que se desarrolló en España en una época de contrastes, ya que el país estaba todavía bajo la dictadura franquista pero entraba de lleno en la sociedad de masa y consumo.
Este contexto histórico y la realidad de difundir las ideas de libertad a través del arte marcan la producción de una serie de autores que pusieron su poética al servicio de la ideología.
Así, Ariño ha subrayado que esta muestra, que podrá contemplarse hasta el próximo 31 de agosto, ilustra "la época de democratización del arte, tanto en el objetivo porque es un arte implicado en la transformación social, como por el lenguaje y los medios del mismo".
El itinerario expositivo se articula en cuatro secciones según la tendencia creativa, la primera de ellas dedicada a 'La generación de artistas abstractos', entre los que se encuentran Tapies, Saura, Clavé o Chillida, que se dieron a conocer en la época de los 50 por la abstracción informalista.
El informalismo fue una tendencia fundamental en el panorama artístico español en los años 50, ya que supuso la vía de enlace con el contexto internacional. Muchos artistas, tras iniciarse en la pintura o en la escultura, experimentaron con la gráfica a finales de los años 50. Fue en ese momento cuando, gracias al apoyo del régimen, que pretendía ofrecer una imagen aperturista a Europa y Estados Unidos, gozaron de una gran proyección internacional. Este hecho resulta paradójico si se tiene en cuenta que la obra de estos autores representó durante los años de la posguerra un arte de oposición frente al arte oficial y que siempre mantuvo su "capacidad de resistencia", ha recalcado el vicerrector.
El siguiente apartado aborda 'El realismo expresivo de Estampa Popular', el grupo que englobaba diversas agrupaciones de artistas dispersas por todo el Estado y cuya pretensión era crear un arte accesible para todo el mundo. Para ello, adoptaron la figuración expresionista que enlazaba con la tradición artística española y trataron temáticas cotidianas. Con el mismo fin de difusión, utilizaron el medio gráfico, que ofrecía la ventaja de la reproducibilidad frente al carácter único de la obra pictórica o escultórica. Ejemplos paradigmáticos de esta corriente que se exponen en esta muestra son las obras de Ortega, Duarte o Ibarrola.
Seguidamente, la 'Crónica de la realidad' se ocupa de las obras de la tendencia artística nacida a mediados de la década de los 60 que recogía códigos visuales de los medios de comunicación de masas. Mediante la yuxtaposición de imágenes extraídas del universo visual contemporáneo y de la historia del arte buscaban producir el extrañamiento en el espectador y despertar un proceso de cuestionamiento crítico. Ejemplos son Equipo Crónica, Equipo Realidad o Genovés, este último un autor clave para entender el concepto de "muchedumbre solitaria", ha apuntado Ariño.
'QUI TÉ POR DEL ROIG?'
La muestra culmina con una mirada a 'La obra gráfica internacional de los años setenta', como Monory, Litchenstein o Adami --de quien se exhibe una obra con la que colaboró con el Partido Comunista valenciana en la que se pregunta, en valenciano 'qui té por del roig?'.
Aunque este apartado está dedicado a los artistas internacionales de la colección, también reúne a artistas españoles, como Arroyo, que estuvieron vinculados en mayor o menor medida a estas tendencias internacionales.
