VALENCIA 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Facultad de Bellas Artes de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) acogerá mañana martes, 13 de junio, una mesa redonda en la que representantes de diversos colectivos analizarán la problemática situación que vive actualmente el Centro de acogida de inmigrantes Baobab, ubicado en el antiguo Ateneo del barrio de Russafa, según informaron fuentes del centro.
Organizada conjuntamente por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y la Facultad de Ciencias Sociales de la Universitat de València (UV), la mesa redonda tendrá lugar a partir de las 12.00 horas, en el salón de actos de la primera facultad.
En ella intervendrán Kuami Mensah y Patricia Zaragozí, miembros de Musiclini-k, agrupación que reúne a sindicatos y ONG dedicadas a la ayuda de los inmigrantes y que actualmente paga el local alquilado que sirve de refugio a 85 personas; Xavier Torregrosa, voluntario de Baobab; Chema Toribio, Coordinador de Psicólogos sin Fronteras; y Esther Escola, vicedecana de Cultura y Participación de la Facultad de Ciencias Sociales de la UV.
A través de esta iniciativa, la Facultad de Bellas Artes pretende irradiar cierta conciencia sobre la situación a la que se enfrenta actualmente el centro Baobab, que podría cerrar sus puertas si no se obtiene el dinero suficiente para pagar el alquiler.
"Con esta mesa redonda se pretende dar a conocer el trabajo que, día a día, se lleva a cabo en la casa de acogida Baobab y concienciar a todos del difícil momento por el que actualmente atraviesa. Queremos animar a la comunidad universitaria para que colaboren tanto en el alquiler del local, como en el trabajo que la asociación está desarrollando en este centro del barrio de Ruzafa", según señaló el vicedecano de Cultura de la Facultad de Bellas Artes de la UPV, José Luis Cueto.
El centro Baobab comenzó a funcionar el pasado mes de febrero gracias a los 9.000 euros recaudados en un concierto organizado por Musiclini-k. Con este dinero, la asociación alquiló el local y permitió retirar del cauce del río a un grupo de inmigrantes y ofrecerles techo y asistencia.
Desde febrero, el colectivo ha estado pagando un alquiler de 1.500 euros al mes por el inmueble, por el que ya han pasado más de 300 inmigrantes. Tras estos meses, Musiclini-k tiene muchas dificultades para sostener el presupuesto de esta iniciativa y necesita ahora 1.500 euros más para no cerrar y continuar sus actividades que incluyen clases de castellano y asesoramiento legal y laboral.