VALENCIA 25 May. (EUROPA PRESS) -
El IVAC-La Filmoteca exhibe, del 23 de mayo al 16 de junio, y en colaboración con la Filmoteca de Catalunya y Filmoteca Española, un ciclo compuesto por doce de los filmes más representativos de la filmografía del director japonés Hiroshi Shimizu, un cineasta cuya obra, a pesar de ser desconocida en España, está a la altura de sus contemporáneos Ozu y Mizoguchi, según señalaron fuentes de la Generalitat.
Entre los títulos que se podrán ver en la Filmoteca destacan el emblemático Sr.Gracias, Muchachas japonesas en el puerto, Olvida el amor por ahora, Sr. Shosuke Ohara, El amor de una madre o la Escuela Shiinomi.
Shimizu (1903-1966) empezó su precoz carrera en 1924 en los estudios de Kamata de la Shochiku y llegó a rodar más de 160 títulos, un volumen de trabajo que algunos comparan al del gran poeta y novelista japonés del s XVII, Sakaiku Ihara. En sus primeras cintas, Shimizu siguió la política de los estudios, que le impulsó a hacer películas históricas y melodramáticas, aunque intentó eliminar la exageración en la interpretación de los actores y aportar a su vez un sentido documental a sus obras.
Las obras de Shimizu, que alcanzaron la cima de su expresividad en los años 30 y 40, son consideradas como una fotografía en movimiento del Japón del siglo XX, ya que describe las costumbres y contradicciones del país, desde la euforia modernista de los 30 hasta el momento crítico de reconstrucción de la posguerra. Las películas de este maestro nipón tienen una narrativa "aglutinadora", basada en la primacía del grupo sobre los episodios aislados, una técnica que se ve reflejada claramente en el film "Hanagata Senshu" (Un atleta de primera, 1937).
Nombrado por los críticos como heredero de la estética de René Clair, Hiroshi Shimizu es un director "espontáneo y reduccionista", que reniega además del concepto de narrativa lineal. Shimizu encuentra en la composición su medio expresivo predilecto, y fiel a la tradición del cine nipón, en sus películas el contenido acaba dominado por la forma.
Los travellings, y especialmente los pasos de un plano fijo a otro en movimiento constituyen en el cine de Shimizu figuras rítmicas que apoyan a la emoción. El maestro nipón también muestra en sus propuestas cinematográficas cierta predilección por los planos generales espectaculares, así como por las sucesiones de planos cortos, que se convierten en la fuerza que impulsa la historia.
Los finales basados en secuencias de concentrada fuerza poética son otro de los rasgos distintivos de Hiroshi Shimizu. De algún modo, este realizador consigue convertir sus películas en un reportaje en directo de la vida de su época, lo que marcaría también su carrera como humanista.
Una gran parte de la filmografía de Shimizu se centra en los niños y en el abandono al que están sometidos a causa del marco histórico, social o familiar. 'A Kaze no naka no cómodo' (Los niños del viento, 1937) constituye un ejemplo perfecto de ello. Sin embargo, Hiroshi Shimizu no sólo apostó por la dureza de la realidad de su época, sino que también se permitió algún guiño al humor, como se puede constatar en películas como 'Anma to onna' (Una mujer y sus masajistas, 1938).