Cultura.- Fotografías, esculturas y un fragmento de mural recuerdan la obra de Rodolfo Navarro en dos salas de Valencia

Actualizado: sábado, 19 diciembre 2009 19:38

VALENCIA, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Consorcio de Museos cerrará este año con la exposición 'La Interacción Plástica de Rodolfo Navarro', una muestra con la que el artista valenciano trae a Valencia una parte del mural que expuso el pasado año en la Gran Muralla.

La exposición, comisariada por Gonzalo de Zárate, se compone de una parte del mural que expuso el artista valenciano el pasado año en la Gran Muralla de Pekín, fotografías de sus seis interacciones plásticas anteriores y doce esculturas, todo ello en las Atarazanas. Además, en la Gran Vía se colocarán 7 esculturas de 3,5 metros de altura, según informó la Generalitat en un comunicado.

La muestra, patrocinada por Bancaja y Torremar y que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Valencia, la presentará el secretario autonómico de Cultura, Rafa Miró, el próximo lunes, 21 de diciembre, y podrá contemplarse hasta el 17 de febrero de 2010. Contará con dos espacios expositivos, las Reales Atarazanas de Valencia y la Gran Vía Marqués del Túria

Con la exposición de la parte central del cuadro expuesto en la Gran Muralla y algunas secciones de menor tamaño, culmina un camino rico en experiencias y éxitos artísticos. La interacción plástica toma el cuerpo del espacio de la sala de las Atarazanas y, con su resumen y trayectoria, se descubre el proceso creativo de una idea diferente.

Asimismo, un grupo de siete esculturas monumentales el la Gran Vía Marqués del Turia desafían el tráfico y los viandantes, los cuerpos negros imbricados se elevan como personas entrelazadas. Unas dependen de las otras y todas se necesitan para existir. Con sus 3,5 metros de altura se transforman en monolitos impactantes y serenos.

EXPERIENCIA EN PEKÍN

La obra 'Interior Externo' de 1.000 metros cuadrados estaba pintada con pintura acrílica, sobre una superficie especial, que posteriormente se montó sobre unos paneles de madera formando una gran obra única. Todo ello por piezas, algunas de grandes dimensiones, montadas en una gran estructura que preservaba intacta la Muralla, a través de un novedoso y complejo sistema desarrollado especialmente para el evento con el fin de no dañarla.

La composición se formaba por varios grupos de cuadros relacionados entre sí, como cuatro cuadros principales de 6,25 metros cuadrados y de una multitud de obras de menor tamaño que serán expuestas en la parte baja de la obra para que el espectador pueda percibirla a la altura de los ojos.

La exposición que se puede ver en Atarazanas repite los tres niveles de percepción que se buscaba: La exposición en la Gran Muralla vista desde el suelo, la visión del conjunto desde lo alto de las montañas cercanas y la exposición de las obras recortadas que tendrá lugar después de esta muestra el próximo año en Valencia y que contará con el patrocinio del Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana.

Además, la exposición del mural se acompañaba de 12 esculturas situadas delante de la obra, que creó el artista reproduciendo las mismas imágenes utilizadas en el mural. Se trataba de figuras geométricas de 2,5 metros de altura que ofrecen una visión tridimensional de las mismas que aparecen en el cuadro de forma que se presenta un mensaje más rico al espectador.