VALENCIA, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
La exposición 'A la búsqueda del Toisón de Oro. La Europa de los Príncipes/la Europa de las Ciudades', que se ha mostrado en el Almudín desde finales de marzo, se clausura hoy con 30.000 visitas, informaron fuentes de la Generalitat en un comunicado.
En el ámbito de esta muestra, esta semana la Fundació Jaume II el Just presentó el libro 'De Valencia a Flandes' que recupera los estrechos vínculos mercantiles y culturales habidos entre dos espacios de la periferia europea el área valenciana y flamenca.
Por sus páginas discurren hombres, mercancías, ideas, política, economía y cultura que nos transportan a aquél siglo de esplendor valenciano del que todavía hoy nos quedan importantes muestras, como la Lonja, la taula de Canvis, el Consolat del Mar o las Atarazanas del Palau de la Generalitat.
En 1430, Felipe el Bueno, duque de Borgoña, fundó la orden del Toisón de Oro con ocasión de sus bodas con la princesa Isabel de Portugal. Alfonso V de Aragón, el Magnánimo, fue el primer monarca europeo que se convirtió en caballero de la Orden. También serían caballeros de la exclusiva orden todos los soberanos de la Corona de Aragón que sucedieron al Magnánimo, Juan II y Fernando el Católico, así como Ferrante I, hijo natural de Alfonso V y rey de Nápoles al morir su padre.
La muestra ha recogido el período que corresponde a la segunda mitad del siglo XV y la primera década y media del XVI. Fue el período de mayor esplendor económico y creativo de los Estados de Borgoña y también la época de mayor brillantez de la ciudad y del antiguo reino de Valencia en todos los aspectos de la vida social, como los políticos, los económicos, los culturales, los artísticos y los científicos. Valencia era en la segunda mitad del siglo XV una urbe europea de primer orden.
La exposición ha descrito y realzado las estrechas relaciones mantenidas entre, por una parte, los antiguos Estados de Borgoña y, por otra, los territorios que componían la Corona de Aragón y, muy en particular, el reino de Valencia. Además, ha mostrado a Europa como un sistema "bien integrado de flujos y contactos económicos, culturales, artísticos y científicos enriquecedores entre el Mar del Norte y el Mediterráneo".
