VALENCIA 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Museo Nacional de Cerámica 'González Martí' de Valencia repasa la trayectoria del célebre artista alemán Gerd Knäpper con una colección de 76 piezas elaboradas a lo largo de los últimos 20 años, a través de las cuales se puede observar cómo el autor bebe de las tradiciones japonesas y de la naturaleza para ir experimentando con las formas.
La exposición, que permanecerá en González Martí desde mañana y hasta el próximo 26 de abril, consta fundamentalmente de obras de cerámica cocidas a leña en hornos que emulan a los creados hace miles de años. Junto a ellas, figuras de bronce, porcelana, gres, xilografías e incluso algunas fotografías en las que se adivina su modo de trabajar.
Bajo el título 'Objetos', la muestra combina asociaciones acuáticas, con referencias al sol y la tierra, remolinos, olas, espirales --símbolo de buena suerte en Japón--, formas trenzadas o trazos de color que se cruzan sobre las piezas. Knäpper plasma al detalle los utensilios necesarios para llevar a cabo la ceremonia del té, o para tomar sake, al tiempo que expone las versiones previas en miniatura y arcilla de algunas grandes esculturas que hoy ocupan la vía pública.
El creador alemán, que pronto se trasladó a Japón para cultivar su arte, destacó la "sensibilidad" especial y el "sentimiento" que tiene el país oriental hacia la cerámica, donde precisamente todo lo relacionado con la ceremonia del té "mantiene vivo el sector ceramista", apuntó.
Según explicó, para las piezas más grandes, trabaja con un horno que imita a los hornos milenarios, se alimenta de leña de pino rojo y está compuesto de cámaras interconectadas. Sigue estrictamente la técnica artesana y tradicional, aunque ha introducido un novedoso escalón para acceder a la cámara de cocción, indicó.
Asimismo, y a pesar de que es algo frecuente, permite que las llamas se acerquen a las piezas para crear "interesantes efectos naturales", agregó.
Knäpper llega al Museo Nacional de Cerámica 'González Martí' de Valencia después de haber revolucionado el mundo de la cerámica japonesa, siendo el primer artista que ganó un premio nacional en el país oriental hace ya 40 años.
A pesar de que llegó al país nipón con intención de permanecer unos pocos años para aprender sus técnicas, el galardón le motivó de tal manera que decidió quedarse y abrir el primer taller extranjero del país para demostrar la valía de su trabajo, y "el resultado es lo que vemos hoy", sentenció Knäpper.