Cultura.- Han Hoogerbrugge defiende que arte clásico y digital convivan en los museos porque tratan las mismas emociones

El artista holandés Han Hoogerbrugge (Rotterdam, 1963) defendió hoy en Valencia, donde imparte en el espacio de nuevos medios de la Sala Parpalló una conferencia-encuentro sobre animación en flash, la convivencia en los museos del arte tradicional y la nueva creación digital, ya que, aunque "existen diferencias entre la pintura y el vídeo, los dos tratan los mismos sentimientos y emociones", subrayó.

El creador, considerado uno de los mayores talentos de la animación en flash del mundo, reconoció que internet ha supuesto una "revolución" para su arte, que se inició en el cómic hasta evolucionar en una suerte de historietas en movimiento por medio de medios digitales. No obstante, Hoogerbrugge manifestó a Europa Press que no está seguro de que la red haya supuesto la misma convulsión para la creación con temporánea en general, puesto que "hay menos obras buenas de las que yo esperaba", dijo.

El artista, responsable de piezas emblemáticas como 'Flow' o la más reciente 'Hotel' creada para Submarine Channel, aseguró que no le pesa el calificativo de autor de culto aunque recalcó que cuando crea "mi primer pensamiento es realizar este trabajo, no llamar tanto la atención".

Hoogerbrugge, que visita por primera vez la capital valenciana, es consciente de que la mayoría de sus seguidores son jóvenes, "ya que se acercan con más facilidad a internet", aunque comentó que ha recibido auténticas sorpresas en los numerosos e-mails que le escriben sus fans, como correos escritos por personas de más de 70 años, relató. Estos intercambios le permiten también constatar las "diferentes reacciones que mi trabajo provoca en cada país".

Al respecto, apuntó que en América "hay mucha actividad y recibo correos muy largos mientras que de España me llegan muy pocos", observó. Esto contrasta con el "gran interés en las publicaciones y entidades españolas especializadas que despierta mi obra", agregó el artista, que recordó que el primer museo que le compró animación fue español.

Sobre la posibilidad de encontrar entre el público valenciano que asista a su encuentro un "heredero artístico", el autor holandés confió en que "así sea". "Aunque mejor que no sean muchos", bromeó.

El interés que suscita este artista de prestigio internacional ha motivado que la Sala Parpalló, coincidiendo con dos celebraciones internacionales, el Día de Internet, el 17 de mayo, y hoy, Día de los Museos, "se haya volcado para traer a Valencia a Hoogerbrugge, siguiendo en la línea iniciada por la sala de potenciar los nuevos medios en el arte contemporáneo a través de encuentros con los propios protagonistas".

Han Hoogerbrugge, nació en Rótterdam (Holanda), donde vive y trabaja. Allí se graduó en la Academia de Arte en 1987 y comenzó su carrera como artista visual trabajando en pintura, instalación, escultura y cómic.

Su primera manifestación, 'Neurótica', fue una tira de cómic donde catalogaba las aventuras y desventuras de su vida como artista. En los años noventa se convierte en artista digital, al adaptar su obra como una serie de animaciones digitales interactivas que se publican en su página web personal, y declara que para él la interacción es una parte vital del trabajo, no sólo un medio.

Así del cómic estático fue evolucionando, inicialmente con simples animaciones GIF sin fin, hasta incorporar los medios de animación en Flash.

AUTORRETRATO INTERACTIVO

La necesidad de expresar sus inquietudes artísticas y personales, que han motivado su trabajo desde el inicio, le llevan a crear un autorretrato interactivo en el que con su peculiar estética, siempre vestido con traje negro, se enfrenta a situaciones delirantes en el marco de la vida moderna.

Sus siguientes trabajos son obras emblemáticas, consideradas de culto por los amantes de la animación flash, como 'Flow' (publicado en la web de NPS); 'Spin' (Sony); 'Nails' o la más reciente 'Hotel' (creada para Submarine Channel).

En estos trabajos Hoogerbrugge mantiene una narrativa inicial de acciones simples, cargadas de dramatismo y vehiculizadas a través del humor, pero evoluciona hacia la complejidad añadiendo a sus imágenes sonido, música, personajes y un guión más elaborado.