Cultura.- El Institut de Restauració recupera pinturas murales en Ibiza en su primer actuación fuera de la Comunitat

Actualizado: viernes, 28 julio 2006 17:37

VALENCIA, 28 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Institut Valencià de Conservació i Restauració de Béns Culturals ha recuperado las pinturas murales de la iglesia parroquial de San Pedro de Ibiza, lo que demuestra que "en su corta andadura el organismo ya es reclamado por otras autonomías que, al carecer de esta institución, ven en ella un instrumento muy conveniente para resolver sus problemas de restauración", según informaron hoy fuentes de la Generalitat.

La rehabilitación de las pinturas, cuya inauguración se llevará a cabo esta tarde, se ha acometido con una financiación tripartita, el Consell Insular de Ibiza y Formentera, el párroco de San Pedro, Juan Ribas, y los espónsores particulares Luis Llobel Tur y Guadalupe Tur de Montes, explicaron las mismas fuentes.

La Iglesia dedicada a San Vicente Ferrer y San Jaime conserva unas pinturas murales de notable valor histórico y artístico. En el conjunto del presbiterio fue realizado por el pintor mallorquín, Vicente Matas como confirma la leyenda descubierta en la restauración 'Fue pintada por V.M. y G.M. Año 1884'. La escena representa la glorificación del santo valenciano, Sant Vicent Ferrer, con el coro de Ángeles que portan los atributos que lo caracterizan, la trompeta, la azucena y el libro.

En cuanto al estado de conservación, la obra se encontraba en un estado muy precario, tanto desde el punto de vista estructural como estético. En el primer caso, los daños registrados se deben a filtraciones de agua que han sido los causantes de extensas zonas desconsolidadas en peligro de desprendimiento y grietas.

Todo el presbiterio está atravesado por una grieta consecuencia de movimientos de dilatación de la estructura. Por lo que se refiere a los daños de tipo estético, las pinturas estaban cubiertas por una gruesa capa de suciedad propia del paso del tiempo, fundamentalmente polvo y partículas de contaminantes procedentes de la combustión de las velas, que desvirtuaba los colores originales de las pinturas, dando un aspecto muy oscuro y de poca riqueza cromática.

Otros daños que se intuían debajo de esta capa de suciedad son finas grietas, zonas de faltantes de película pictórica y mortero, y manchas de aglutinantes. A esto hay que añadir las alteraciones propias de los incendios y diversos avatares que han sufrido las pinturas en su historia. Debido a estos deterioros, las pinturas han sido retocadas en numerosas ocasiones intentando disimular y ocultando extensas zonas de original que han cambiado la concepción estética inicial del conjunto, señalaron.

Los criterios seguidos han sido el de mínima intervención, máximo respeto a la obra y utilización de materiales reversibles. Para la eliminación de la suciedad se ha realizado una limpieza por capas, es decir, una limpieza que discrimina los diferentes tipos de suciedad. Así, una primera fase de limpieza consistió en la eliminación de la suciedad y polvo más superficial, con goma Wishab blanda, y seguidamente se actuó sobre la suciedad más adherida con empacos de sepiolita y agua desmineralizada.

Las zonas que presentaban pérdidas de mortero y pintura, se estucaron y se adecuaron cromáticamente con pigmento al agua, acuarela. Finalmente se dio una protección final. La experiencia ha sido muy enriquecedora, porque el trabajo en cada sitio es totalmente diferente y la convivencia con la ciudadanía de la isla ha resultado muy positiva además hemos podido conocer el patrimonio artístico y colaborar para salvar un monumento que como toda Dalt Vila es patrimonio de la Humanidad, cuestión esta que nos obliga y nos resulta un reto importante.