Cultura.- El IVAM exhibe siete esculturas de la serie 'The Barbarians' realizadas por Anthony Caro entre 1999 y 2002

Actualizado: miércoles, 15 marzo 2006 15:18

Las piezas representan a seis hombres a caballo, armados con arcos y flechas, y un hombre sobre un carro de madera acarreado por un buey

VALENCIA, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) exhibe, a partir de hoy y hasta el próximo 23 de abril, siete piezas de la serie escultórica 'The Barbarians', realizadas por el artista británico Anthony Caro entre 1999 y 2002, y que representan "unos bárbaros modernos, más allá de simples simulacros tradicionales", explicó hoy en rueda de prensa la directora del IVAM, Consuelo Císcar.

En este sentido, señaló que estas piezas, de casi dos metros de altura y realizadas en terracota y madera con accesorios en acero y cuero, representan a "seis hombres a caballo, armados con arcos, flechas y látigos y un hombre solitario sobre un carro de madera acarreado por un buey".

Para Císcar, estos personajes, inspirados en el poema de Konstantino Kavafi 'Esperando a los Bárbaros', "están perfeccionados" puesto que "se trata de soldados solitarios sin cara ni rasgos concretos, lejos de las representaciones alejadas". Con ello, consideró que estos modelos escultóricos "son una desviación radical de la forma escultórica que se había visto hasta su llegada a la escena artística internacional" y que "abrió el camino para el futuro hacia el desarrollo del arte en tres dimensiones".

Asimismo, explicó que Anthony Caro "está considerado como uno de los grandes escultores modernos de nuestra época, mentor y maestro de la 'New Generation'". Por ello, afirmó que se trata de una de las "grandes figuras" del grupo de artistas que a partir de los años 60 potenció los efectos táctiles de la escultura frente a los efectos visuales.

Además, destacó que en estas obras de Caro "se eliminó el pedestal para reposar la escultura directamente sobre el suelo", así como "se potenció la introducción de colores vivos en obras de acero policromado que crean una ilusión de estar suspendidas en el espacio".

Afirmó que Caro "descubre la manera de incorporar, a partir de su obra, una dosis de esperanza a nuestras vidas, tal y como dispusiera Lord Byron en el primer verso del poema 'Estrofas para ponerle música' cuando señaló que 'dicen que la esperanza es felicidad'".

Con estas piezas, se "percibe" que el artista "conecta cosas y las ensambla", por lo que consideró que las partes "requieren una unión inspirada, nada más, y piden ser unidas de un modo que les garantice cierto parecido con la autonomía física de su original".

ESCULTURA FIGURATIVA

Esta exposición, con la cual el IVAM rinde homenaje a la obra de Anthony Caro como artista galardonado con el Premio Internacional Julio González en su VI edición, supone el regreso de Caro a la escultura figurativa tras años de abstracción inspirada en el trabajo del escultor David Smith.

Las siete piezas expuestas tienen su inicio en un paseo de Anthony Caro con su esposa por Londres en 1999, en el que descubre, en una tienda de segunda mano, varios objetos procedentes de un gimnasio. Entre estos objetos, destacó un potro de madera, con el cual el artista imaginó unos jinetes a modo de bárbaros.

Caro trabaja habitualmente con acero, aunque también utiliza otros materiales como el bronce, la plata, el plomo, la cerámica, la madera, la terracota y el papel, porque "siempre ha despertado su curiosidad trabajar con los materiales menos empleados en la escultura", explicó Císcar. El artista utilizó en estas piezas elementos como la madera y la arcilla que "se cortan para que encajen en la figura del potro, pero no se modelan ni se refinan", indicó.

Asimismo, los componentes de arcilla, que han sido elaborados por el artista en el sur de Francia con el ceramista Hans Spinner, formaron parte de una colección de cabezas, piernas, torsos y brazos, que se mezclan y unen para explicar "una metáfora idónea sobre la diversidad genética de los pueblos nómadas".

Con todo ello, Císcar consideró que la obra de Caro "no tiene límites ni en cuanto a materiales ni respecto a medidas", y destacó su interés por la antigüedad clásica, la literatura y la poesía.

Por último, Císcar apuntó que esta serie escultórica está inspirada en el poema escrito en 1904 por Konstantinos P.Kavafis, cuyo tema principal es "la necesidad de la llegada de los bárbaros en la sociedad actual" y concluyó que el artista "divaga" con las posibilidades creativas que supondría este "impacto desestabilizador" en nuestra época.