Cultura.- Madola muestra su arte "más elemental" con 29 piezas del cuerpo humano que transmiten su dolor y sus vivencias

Actualizado: miércoles, 22 abril 2009 16:25

VALENCIA, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -

La artista Madola presentó hoy en el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí de Valencia la exposición 'El Cos 2003-2007' con la que regresa al arte "más elemental" que se puede hacer. Las 29 piezas que componen la exposición le han servido a la escultora como una "catarsis" en una época "muy dura" de su vida, por lo que transmite su dolor y sus vivencias.

Madola presentó hoy esta muestra que permanecerá en Valencia hasta el próximo 28 de junio y que, posteriormente, se trasladará al Taller Escuela de Cerámica de Muel, en Zaragoza. Al acto de presentación asistió también el director del Museo Nacional de Cerámica, Jaume Coll.

A través de las 29 piezas de la muestra --15 piezas de cerámica, nueve monotipos y cinco collages-- Madola ha querido volver a sus orígenes, ya que en 1972 ya utilizó el cuerpo humano para su obra, aunque en aquella ocasión se trataba de escultoras mucho más abstractas y viscerales.

En esta ocasión los modelos que escoge son partes externas del cuerpo, formas concretas, pero, a su vez, violentas. Se trata de fragmentos humanos, desde piernas, brazos, cabezas o incluso pechos, pero "sin esmaltes, ni nada, la tierra desnuda con un poco de cerámica, es decir, lo más elemental que se puede hacer", destacó la artista.

En su opinión, se trata de piezas "muy duras", en cuanto a la visión, pero también en cuanto al tratamiento y la materia, ya que las esculturas "dan muy poca concesión a nada, porque la forma y el color es duro". En este sentido, explicó que después de tanto tiempo trabajando, es "difícil" y le "cuesta" dejar la pieza sin color o sin perfeccionar, "despojarla de la superficialidad".

No obstante, Madola aseguró que aunque las esculturas de estas piezas "no son perfectas desde el punto de vista técnico, ni en cuanto al color, son viscerales", que es lo que realmente pretendía transmitir.

Asimismo, aseveró que su obra es "como un libro abierto" que refleja sus vivencias personales, por lo que la dureza de las piezas responde a una "época muy dura" de su vida, en la que el arte le ha servido como una "terapia", frente a los "problemas de su entorno".

RELACIÓN CON LA PINTURA

Además de esculturas, la muestra incluye piezas pictóricas, pero en ambos casos los materiales son los mismos, ya que, por ejemplo, en la pintura incluye el mismo óxido que tiñe parte de las esculturas, o el mismo tono de azul de una de las piernas desgarradas. Madola justificó esto en "la necesidad de expresarse en plano", aunque "todas las pinturas hacen referencia a las esculturas" y reconoció que está "más acostumbrada" a las tres dimensiones.

Al respecto, añadió que la pintura "permite mucha más espontaneidad, porque es necesario un menor esfuerzo físico", pero ella se expresa "mejor con el barro", después de casi 50 años de trabajo con la cerámica, y tan sólo 10 desde que se adentró en la vertiente pictórica.

Por su parte, el director del Museo Nacional de Cerámica, Jaume Coll, destacó que se trata de una obra "muy expresionista" que tiene influencias de Joan Miró, un artista que Madola ha estudiado mucho. También destacó la "conexión con estudios previos", ya que "utiliza mucha la pintura y, a partir de ahí, va reflexionando hacia la obra más potente y tridimensional".