VALENCIA, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
La escritora y periodista Maruja Torres aseguró hoy que la crisis actual "es de valores y de principios", por lo que instó a cambiarlos para enfrentarse a la situación actual. "No se puede consentir que ni el miedo ni el mercado se nos coman", dijo la autora, quien avisó que "el mercado es mucho más insidioso que la dictadura", pues "ésta va de frente y te aplasta pero el mercado te conquista, te seduce y te compra".
Maruja Torres se refirió así al ser preguntada tras la presentación en la Casa del Llibre de Valencia su última novela, ganadora del Premio Nadal, 'Espérame en el cielo', junto con Rubén Abella, finalista del certamen, que presentó 'El libro del amor esquivo'.
'Espérame en el cielo' presenta a la protagonista, ella misma, en un dimensión ultraterrena donde se encuentra con dos amigos, Manuel Vázquez Montalbán y Terenci Moix. La novela es "un largo cuento fantástico" de "iniciación a la vejez en clave de humor y de comedia" que emplea los materiales que le ha dado la vida, explicó la escritora catalana, quien aseguró que el diálogo es el tono elegido porque "el tema es morirse y hay que llevarlo con humor y con memoria".
El origen del libro, agregó, surge de lo que llamó la "orfandad generacional o de hermanos" que sufrió cuando en el mismo año murieron sus dos amigos, los también escritores Terenci Moix y Vázquez Montalbán. Además, afirmó que entró en una etapa de su vida "soberanamente aburrida" en la que "el periodismo empezaba a perder su reporterismo". Antes "uno se podía pasar trabajando un tema durante quince días" y los periodistas "no estában encamados en ningún momento, ni siquiera con el mercado, que entonces no era tan cruel como devinió" más tarde, dijo.
Además, a esto se unió unos problemas en la rodilla que la llevaron a permanecer en casa por recomendación médica durante un par de años y entonces "apareció la otra Maruja, la de siempre", y para intentar salir de esa vida viajó al Líbano, subrayó la periodista, quien reveló que 'Espérame en el cielo' era el camino que le faltaba para "recuperar la persona que era" y el camino, dijo, lo hizo del brazo de sus dos amigos.
"CATARSIS"
Así, señaló que el libro ha supuesto una "catarsis, una cura depurativa, un regreso gozoso a las mejores cosas que te dan un empujón para salir adelante", pero aclaró que "no es un libro de nostalgia sino de pena y cariño por los amigos muertos". "El encanto del libro si lo tiene", añadió, reside "en sacar a los niños que fuimos después de ser los adultos que somos".
Por otra parte, la novela "urbana y contemporánea" de Rubén Abella trata sobre el "amor esquivo", desveló el propio autor. El argumento se centra en tres relaciones de pareja que "no cuajan" y confluyen temas como "las falsas apariencias, el engaño, los caminos torcidos del amor y la fragilidad de la vida", indicó.
En 'El libro del amor esquivo' las historias se entremezclan los personajes aparecen y desaparecen relacionados entre sí, guiados por una estructura pensada milimetricamente donde todo encaja a la perfección y donde las páginas funcionan como un sistema de citas cruzadas, que remiten unas a otras.
Rubén Abella, también fotógrafo, ha combinado en alguno de sus libros anteriores la fotografía con la literatura. En este sentido, consideró que estos dos campos, que al principio "no se entendían" en su obra, en los últimos años "van confluyendo", ya que "hablo de lo mismo en los dos: la huella que deja la gente al vivir", precisó. Además, "escribir una novela es como hacer una oposición a lo bestia", exige estar mucho tiempo sentado y la fotografía le equilibra en ese sentido.
Preguntado sobre las críticas literarias, aseguró que cuando las lees todas en conjunto "no tienen nada que ver unas con otras" y que "no dejan de ser una opinión de alguien". Al respecto, Maruja Torres comentó que "las opiniones son como los culos, todo el mundo tiene uno" y agregó que ha aprendido a blindarse y revelarse sólo contra la "incompresión" de la gente que le importa. Por este motivo, aseveró que no lee sus críticas.
Además, preguntada sobre lo que siente por tener los dos premios de literatura nacionales más importantes --Nadal y Planeta--, aseguró no sentir nada. "Lo que te ayuda a dormir es lo que viene con el premio: la ampliación de lectores", resaltó.
Por último, la periodista reveló algunas de la razones por las que vive temporalmente en el Líbano. "Me gusta mucho vivir en Beirut porque nunca sé lo que va a pasar" y porque, además, "la Malvarrosa de esta ciudad se parece muchísimo a la Barceloneta de los años 60, preolímpica y prediseño; es un sitio encantador porque es el Mediterráneo y hay un paisaje muy hermoso sin nigún centro comercial. No lo estoy idealizando es el Beirut verdadero", presumió.