Cultura.- Millás reescribe los "cimientos" de su niñez en 'El mundo', que narra la "herida" que sufrió al dejar Valencia

Actualizado: lunes, 19 noviembre 2007 14:04

El Premio Planeta 2007 asegura que "un escritor con pudor es como un tenista manco", porque es una forma de "autocensura"

VALENCIA, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -

El escritor Juan José Millás (Valencia, 1946) realiza en su novela ganadora del Premio Planeta, 'El mundo', una "reescritura de los cimientos" de su infancia para narrar la "herida" que le supuso ser "arrancado de la luz y el mar" de su ciudad natal a la edad de 6 años para "ir a caer en un suburbio de Madrid, oscuro y frío". Se trata, por tanto, de una biografía novelada muy personal, lo que causó a Millás un cierto "pudor" a la hora de presentarla al prestigioso galardón. No obstante, el autor superó estas reticencias iniciales porque, según dijo, "un escritor con pudor es como un tenista manco; es una forma de autocensura tremenda".

Millás hizo estas manifestaciones durante la presentación hoy en Valencia de 'El mundo' junto al finalista del Premio Planeta 2007, Boris Izaguirre, por su novela 'Villa Diamante". A pesar de que Millás e Izaguirre son tan diferentes como "siameses asimétricos", según lo definió el autor valenciano, sus dos obras literarias presentan ciertos paralelismos.

Así, ambas retratan la historia de una pérdida, tienen como telón de fondo la descripción de un país --España en el caso de Millás y Venezuela en el de Izaguirre--, utilizan a niños como voz narrativa e, incluso, en las dos aparece un colegio con el mismo nombre. Además, los dos relatos "están escritos desde el conflicto, porque la única manera de escribir y de leer es desde el conflicto", consideró Juan José Millás, quien apuntó que "la literatura es una herramienta para arreglar algo que está roto".

Con este afán de "revisar lo que no funciona bien" Millás rememora el 'El mundo' el viaje familiar que hizo a la edad de los 6 años y que le llevó de Valencia, "un lugar que en aquel momento me parecía todo felicidad", a una calle de Madrid, "de la que toda mi obsesión era huir". Desde esta perspectiva, la novela se convierte en la "historia de una fuga", explicó el escritor, quien apuntó que "con la distancia del tiempo y después de haber viajado por todo el mundo me he dado cuenta de que esa calle oscura y fría se encuentra en todas las ciudades".

Millás aseguró que para escribir esta historia se aprovechó de que sus recuerdos de la niñez están muy claros, a diferencia de lo que le suele ocurrir a la mayoría, que los tiene "apelmazados". Agregó que la infancia es "como los cimientos" de una vida e, "de la misma manera que pasa con un edificio, hay que ir a revisarlos, sobre todo cuando algo no funciona bien".

El autor comentó que todas sus creaciones tiene elementos autobiográficos, aunque quizá sea ésta la más relacionada con su vida --el protagonista lleva incluso su nombre-- después de su primer libro, 'Cerbero son las sombras', donde intentó "suplir la falta de oficio con el sucedáneo de la sinceridad", admitió.

Por su parte, Boris Izaguirre (Caracas, 1965) señaló que con 'Villa Diamante' cumple su deseo de crear una "novela río, caudalosa, donde cada página esté llena de acontecimientos y atrape al lector desde el principio para que quiera seguir leyendo el siguiente capítulo".

La obra, ambientada en la Caracas de la década de los cuarenta, cuenta la historia de dos hermanas muy distintas, una muy bella y otra "que es como Latinoamérica, poco agraciada pero con importantes dones que tiene siempre que esforzarse para mostrarlos", resumió el autor. A diferencia de la obra ganadora del Planeta, la finalista huye del carácter autobiográfico, "porque vengo de una generación de escritores que ha abusado de ello", consideró Izaguirre.

HÁBITOS DE ESCRITURA.

Otra divergencia entre los triunfadores del Planeta 2007 radica en sus hábitos de escritura. De hecho, mientras que Millás, acostumbra a escribir entre las cinco y las seis de la madrugada "con el estómago vacío porque todo lo que se hace después del desayuno está contaminado", explicó, Izaguirre prefiere hacerlo "de día y con un par de cafés con leche de por medio, porque tengo miedo que lo escrito por la noche se evapore al amanecer", confesó el venezolano.

No obstante, la larga gira de promoción de las obras premiadas se ha convertido en una gira "muy divertida y estupenda porque somos dos personas tan diferentes que nos encontramos fascinadas la una por la otra", manifestó Millás. Los dos autores han hecho el curioso pacto de no leer sus respectivas obras "hasta que superemos esto", bromeó Izaguirre.

Finalmente, ganador y finalista aseguraron que no piensan renunciar a sus respectivas carreras en los medios de comunicación. En este sentido, Juan José Millás declaró que "no pienso dejar el periodismo porque cada vez me gusta más y siento un profundo respeto" por esta profesión. Además, "me sirve para enriquecer mi literatura, al igual que mis libros lo han hecho con mi forma de hacer periodismo", añadió.

En esta línea, Boris Izaguirre recordó que en Venezuela "aprendí el oficio de escribir telenovelas, porque deseaba escribir pero sin quería adherirme a ningún funcionariado político, y eso me sirvió para trabajar en países extranjeros". Además, apuntó que "nunca he sido sólo un escritor y creo que seguiré así, porque me he ganado bien la vida en otros medios de comunicación como la televisión".