Cultura.- Mislata (Valencia) pone en marcha la 'Biblioteca de l'Aigua' para fomentar la lectura durante el ocio estival

VALENCIA 12 Jul. (EUROPA PRESS) -

La piscina municipal de Mislata (Valencia) ha abierto, un año más, la llamada 'Biblioteca de l'Aigua', que permite a los usuarios de este recinto de ocio leer un libro o revista mientras están relajados tomando el sol o entre chapuzón y chapuzón.

Así, cualquier persona que acuda a la piscina puede entrra en el espacio de la biblioteca y, tras presentar el abono de la piscina o cualquier otra identificación, tomar prestado el libro, periódico o revista que más le interese. El mecanismo, según explicó a Europa Press Televisión el concejal de Cultura, Fernando Hernández, es sencillo: "uno entra, mira el libro que le gusta, que tenemos desde Reverte a cualquier libro de cocina, y le toman nota para que luego lo devuelva".

"Todo el mundo se deja un buen libro para leer en verano, pero luego al hacer la bolsa y meter las toallas o las chanclas, ya no cabe y se lo dejan. Aquí, damos la oportunidad de si te lo has dejado en casa (el libro), puedas leer, instruirte, y de que la cultura siga existiendo en verano", señaló el edil.

El objetivo de esta iniciativa, que comenzó en 1993, es "llenar un tiempo de ocio con la lectura y dar a conocer servicios municipales a posibles usuarios que no se han acercado nunca a la biblioteca", comentó la bibliotecaria de Mislata, Isabel Marquina.

En esta 'Biblioteca de l'Aigua' hay publicaciones "de todo tipo", como novelas, cuentos, "libros para todas las edades", cómics, periódicos y revistas, aunque lo más demandado es el libro infantil, señaló Marquina, quien añadió que los adultos optan sobre todo por el relato corto, ya que una novela extensa "normalmente no se lee cómodamente mientras se está tomando el sol o descansando". No obstante, comentó que algunas personas sí piden estas novelas más largas, que van cogiendo durante todo el mes.

Las revistas y periódicos tienen también "mucha demanda", sobre todo entre los adultos, mientras que los libros juveniles son "quizás" los menos demandandos, indicó la bibliotecaria, quien explicó que, según la estadística general de lectura, en la edad juvenil "se deja de leer".

Marquina, que destacó la acogida que tiene esta iniciativa, explicó también que las niñas leen más que los niños, y en edad adulta, las mujeres más que los hombres.