Cultura.- Una muestra en Bancaja indaga en la presencia femenina en el arte de Joan Miró con 150 obras, algunas inéditas

Actualizado: jueves, 26 marzo 2009 16:02

VALENCIA, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Centre Cultural Bancaja de Valencia se adentra en la relación de Joan Miró con las mujeres con una muestra que recorre su visión del mundo femenino a lo largo de vida en más de 150 dibujos, esculturas y pinturas, algunas de las cuales permanecían ocultas en colecciones privadas y se exponen ahora al público por primera vez.

Bajo el título 'Joan Miró. Evocación de la imagen femenina', esta coproducción entre la 'Fundació Pilar i Joan Miró' y la Fundación Bancaja pasó primero por Palma de Mallorca y ahora llega a Valencia como la última oportunidad de ver esta selección de obras, hasta el 21 de junio, fecha en la que retornarán a las instituciones y particulares a las que pertenecen.

Enmarcada dentro de una serie de actividades conmemorativas del 25 aniversario de la muerte de Miró y acompañada de un taller didáctico para niños, así como de un catálogo "inédito", esta exposición fue hoy presentada por sus comisarios Mª Antonia Artigues y Enric Juncosa, junto a la directora y la presidenta de la Fundación Pilar i Joan Miró, Magdalena Aguiló y Ferenanda Mª Ramón, respectivamente, además el vicepresidente de la Fundación Bancaja, Vicente Montesinos.

'Joan Miró. Evocación de la imagen femenina' constituye no sólo un recorrido temático sino que repasa todas las formas creativas del artista en diferentes soportes y desvela su faceta más "transgresora", en su constante "necesidad de innovar" en cuanto a técnicas y formatos con todas las influencias que iba recibiendo, subrayó la directora de la Fundació Pilar i Joan Miró.

Además, Magdalena Aguiló descubrió también que la muestra recoge una serie de objetos que "originaron la chispa creativa" de Miró y le inspiraron en sus creaciones entre los años 1919 y 1981, época que rastrea esta colección. En este sentido, la comisaria Mª Antonia Artigues destacó que "por primera vez se han extraído objetos de los talleres de Miró que fueron para él fuente de inspiración y que reflejan su gusto por la artesanía popular y africana".

Artigues explicó que la temática de la mujer impregna toda la producción de Miró, siendo una "seducción temprana" que se convierte en una "obsesión perenne" en la que "la equipara al universo" aunque su representación "suele rehusar la idealización o el elogio" para observarla desde diversas miradas que pueden destilar "rigor, humor, ternura, erotismo dramatismo, poesía o cotidianidad".

Así, sus piezas están salpicadas de desnudos, bailarinas, retratos, maternidades, amantes, mujeres bañadas por el agua, el sol o la luna, así como cortejadas por pájaros o estrellas, como "seres híbridos" que se confunden con hombres, astros, animales o vegetales, agregó.

LA EVOLUCIÓN DE LA MUJER EN MIRÓ

La muestra parte del cartel diseñado para la revista franco-italiana 'L'instant' (1919), "donde la representación de la mujer con abanico se contrapone a la descomposición del espacio en círculos y diagonales fruto del cubismo órfico de Delaunay, precisó el comisario Enric Juncosa.

"La pintura detallista se va diluyendo" tras el primer viaje a París de Miró en 1920, donde su creciente interés por la poesía y el contacto con escritores y artistas dadaístas y surrealistas le descubren nuevos métodos de creación y a partir de 1924 su figura femenina "se esquematiza, se estiliza y se transforma en un ideograma". "Sutil e incorpórea, se identifica sólo por el pecho, el sexo u otro rasgo característico", en esta parte de la muestra indicó el comisario.

La exposición continua a partir de 1927, con una serie de piezas en las que Miró buscaba "asesinar la pintura" con un cuestionamiento de la pintura convencional y del virtuosismo técnico que le impulsan a crear collages, picto-objetos, objetos poéticos y otras obras tridimensionales.

Posteriormente, en 1931, Miró se reconcilia de nuevo con la pintura con una serie de óleos sobre papel Ingres y una figura femenina "desenfadada, y a menudo idealizada de mujer de tarjeta postal", que se contrapone después con "cuerpos distorsionados" y regresa de nuevo con una visión "lírica amable", para pasar a una representación pictórica "menos descriptiva, más abstracta" a mediados de los años 40, continuó Juncosa.

Las esculturas de la exposición reflejan la "mujer oblicua" que Miró veía en las décadas de los 60 y 70, cuando "metamorfosea" objetos y materiales en mujeres. Y "el embrujo de la mujer pervive también en la etapa final y ochentera de la producción mironiana" en sus cuadernos de dibujos y obra gráfica.

En total esta exposición reúne 154 piezas. De ellas, 128 son obras de Joan Miró entre pinturas, esculturas y dibujos; que están acompañadas de 9 objetos originales de sus talleres 'Taller Sert' y 'Son Bote', así como de 17 imágenes originales de estos talleres en recortes de prensa, tarjetas postales, más el torso de una muñeca.