Cultura.-El MuVIM acerca el lujo y la frivolidad de entreguerras con una muestra del cartelismo de espectáculos de Praga

VALENCIA, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Museu Valencià de la Il.lustració i de la Modernitat (MuVIM) acerca "el lujo y la frivolidad" de la época de entreguerras a través de una muestra del cartelismo de espectáculos de Praga, que presenta un recorrido por los carteles, vestuario, mobiliario y distintos objetos de uso cotidiano de la escena artística de la capital checa de principios de siglo, según explicó hoy el comisario de la exposición, Carlos Pérez.

La exposición, presentada hoy por el diputado de Cultura, Vicente Ferrer, el director del MuVIM, Román de la Calle, y el comisario de la muestra, y que permanecerá abierta al público hasta el próximo 19 de marzo, se sirve del "lenguaje internacional del espectáculo" para retratar esa "época romántica y decadente", en la que, a través de la frivolidad y una "exageración del lujo de la realidad", se lograba "enmascarar la situación de miseria internacional" existente que desencadenó el Crack del 29, indicó Pérez.

Bajo el título 'El espectáculo en Praga (1900-1938)', una serie de carteles de cabarets, cine, festivales de carnaval, salas de baile, teatro, circo y partituras musicales constituyen un "importante referente de lo que fue Praga como centro cultural internacional" y representan el primer fruto de la colaboración entre el MuVIM y el Museo de Artes Decorativas de Praga que, según Román de la Calle, "no ha hecho más que empezar".

Al respecto, Carlos Pérez subrayó que las relaciones entre ambas entidades museísticas son "muy estrechas" y apuntó la próxima inauguración en el Museo de Literatura Nacional de Strahov de la capital checa de la exposición 'Imprenta valenciana siglos XVIII-XIX' sobre la cultura popular de este periodo, que tendrá lugar el 8 de marzo. Destacó también la importancia de afianzar las relaciones con la República Checa "para intercambiar exposiciones, dar a conocer allí nuestro patrimonio y descubrir la riqueza cultural de este país".

De la Calle explicó que esta exposición representa, por un lado, "la dualidad entre historia y diseño", ya que en ella, dijo, "la mirada histórica y el planteamiento del diseño van de la mano", y, por otro, el "diálogo entre ocio y cultura, entre la diversión y la profundización de ideas". Además, indicó que introduce un "tercer diálogo esencial", que es el que se establece entre la imagen, el objeto y la palabra. Entre ellos destacó el papel de la palabra "en sentido interno al propio montaje de la imagen" y sobre todo, "como contexto de interpretación de la imagen, motivada desde ésta como reflexión".

"MEZCLA ESTILÍSTICA"

Por otro lado, el comisario de la muestra resaltó la "mezcla estilística" del conjunto expositivo, que recoge desde piezas influenciadas por el art nouveau parisino de finales del siglo XIX, no tan recargado, como otras del siglo XX que plasman la influencia gráfica norteamericana condicionada por las exigencias de la industria cinematográfica, e incluso algunas que son fotomontajes o "podrían ser cubiertas Vogue de la época", detalló.

En este sentido, Carlos Pérez subrayó que lo "relevante" de las obras expuestas es "el impacto visual que causan, fuera de esquemas, que sigue más bien pautas del arte publicitario" del momento. Destacó, en esta misma línea, que "en la época, de forma inconsciente, se busca un lenguaje internacional del espectáculo que sea similar", de forma que "todos los lenguajes encajan y no son disarmónicos", sino que pertenecen al "peculiar" lenguaje del mundo del espectáculo, aseveró.

Por su parte, Vicente Ferrer remarcó que se trata de una exposición "importantísima" que refleja la "fidelidad del MuVIM a su propia identidad", algo que, dijo, es la "clave de su éxito" y que se ve en esta exposición tanto "en su propia concepción", que posee las dos cualidades "que persigue siempre, que sea atractiva y tenga un tremendo calado intelectual y rigor científico", como en su "temática, cuyo eje vertebrador es el cartelismo", o en su naturaleza como fruto de la disposición permanente del museo "a colaborar con terceros" como, en este caso, con la Generalitat.

Reiteró la importancia de la Praga de entreguerras como "foco de dinamismo cultural, sólo comparable al caso de París", apostilló. Agregó que la muestra presenta el "atractivo añadido" de "asociar el cartelismo a la época de los locales, que estaban de moda 30 o 40 años, algo que ahora resulta impensable --comentó--, pero entonces sí lo hacían y dejaban huella", además de registrar "un tremendo movimiento cultural a su alrededor". Esos locales son "icono y mito para el recuerdo de todos", concluyó.