VALENCIA, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
El organista Juan de la Rubia interpretará el primer concierto con el órgano barroco de la Iglesia Arciprestal de Vila-real, datado en 1724, después de que éste se haya sometido a una intensa reforma de más de 3 años, según informó la Generalitat en un comunicado. La fecha del concierto será el próximo 17 de mayo, coincidiendo con la festividad de San Pascual.
La Fundación La Luz de las Imágenes ha sido la encargada de esta reforma, que ha supuesto a la Generalitat una inversión superior a los 461.000 euros. La obra ha requerido más de 12.000 horas de trabajo y 500 kilos de estaño, además de la labor correspondiente a la renovación de la sala capitular por donde se accede al órgano.
"Es una pieza única en la Comunitat que, por fin, volverá a sonar tras más de 70 años de silencio", afirmó la consellera de Cultura, Trini Miró, en relación con la reforma del órgano. Según explicó, el origen de este instrumento se atribuye a las obras que realizó la familia Salanova en el SXVIII, "una de las familias más representativa de la organería valenciana", añadió.
El encargado del primer concierto será Juan de la Rubia, uno de los organistas valencianos más galardonados de su generación (1982). Se trata de un intérprete versátil, con un repertorio que abarca todos los estilos, a pesar del especial interés que presta a la música de Bach y a los períodos romántico y sinfónico.
PROCESO DE RESTAURACIÓN
La reforma del órgano de la Iglesia Arciprestal de Vila-Real se inicio en 2007 y no se ha concluido hasta ahora. La restauración abarcó una fase previa, que consistió en la recogida de los datos históricos, además de la clasificación e inventario de todas las piezas existentes. De esta manera, se procedió al desmontaje y traslado de aquellas que necesitaban ser restauradas.
Posteriormente, en el taller se continuó con la recuperación de los elementos conservados, como son los fuelles, los cortavientos, la mecánica de registros y los enormes secretos. Estos últimos son especialmente destacables por su tamaño y dificultad, comparables según los expertos con los órganos de la Catedral de México.
Finalmente, se procedió a la reconstrucción de los teclados y de los caños, elaborados con procedimientos artesanales y siguiendo otros modelos conservados de la misma escuela. Asimismo se intervino la caja del órgano, dado su precario estado de conservación, que imposibilitaba poder albergar el nuevo mecanismo del instrumento.