VALENCIA, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
La directora general de Patrimonio Cultural Valenciano, Paz Olmos, ha asegurado, durante su visita a Guadassuar (Valencia) que la Generalitat restaurará las cubiertas de la iglesia de San Miguel de la localidad.
La intervención, presentada este lunes, cuenta con un presupuesto global de algo más de 634.000?. Sin embargo, ha destacado anteriores actuaciones por 269.381,38 ? en las fachadas, el campanario y las pinturas murales exteriores, así como en la realización de las catas necesarias para llevar a cabo la intervención, según ha informado la Generalitat en un comunicado.
En total, contando las actuaciones pasadas y las actuales, la Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano invertirá en Guadassuar más de 900.000 ?, ha dicho.
El motivo de iniciar estos trabajos de restauración es que en la bóveda de la nave principal se observan una serie de grietas, algunas de ellas de grosor considerable, así como unas manchas de humedad que afectan fundamentalmente a los lunetos. También en las caras internas de los contrafuertes se pueden observar algunas fisuras diagonales y paralelas, que se producen por encima de los huecos de paso abiertos en estos muros para comunicar las capillas ente sí.
En el caso de la sacristía, la unión de diferentes patologías configuran un deterioro generalizado. Éstas son, como en la bóveda de la nave principal, manchas de humedad y grietas en muros y bóvedas. Pero hay que tener en cuenta que el sistema constructivo utilizado en la sacristía, así como los materiales, son muy deficientes. También el estado general de su cubierta es muy malo.
El origen de todos los problemas de la nave central parece encontrarse en las reformas realizadas en el siglo XVIII, donde se introducen modificaciones formales importantes, como el ensanchamiento de las ventanas y el aumento del peso de la cubierta al realizarlo con ladrillos macizos, que produjeron el movimientos de los apoyos de los arcos que componen las bóvedas. En el caso de los tejados de la sacristía se trata de una degradación profunda de los materiales que constituyen las cubiertas.
El objetivo de la restauración es descargar a las bóvedas del enorme peso que actualmente soportan y restituir el tejado con óptimas condiciones de impermeabilización y aislamiento térmico, así como aportar estabilidad al conjunto.
Según ha explicado, para conseguir estos objetivos, en el caso de la nave central se eliminará la totalidad del tejado y se sustituirá por uno nuevo construidos con paneles "tipo sandwich", y sobre ellos se colocarán placas impermeabilizantes sobre las que se apoyarán las tejas. Con esta intervención se reducirá el peso de la cubierta en un 50%, de manera que la carga sobre las bóvedas se reducirá considerablemente.
La solución propuesta para el tejado de la sacristía es su completa sustitución, dado su ruinoso estado y el escaso valor histórico o arquitectónico que posee el tejado actual. En lo referente a las grietas interiores, tanto de la sacristía como de la nave principal del templo, se proyecta su limpieza, reparación y sellado.
La Iglesia Parroquial de San Vicente Mártir se levantó entre los siglos XIV y XV sobre una primitiva iglesia, de la que apenas quedan noticias. Se trata de una iglesia de una sola nave con capillas entre contrafuertes dividida en cinco tramos. La cubierta de la cabecera es una bóveda estrellada, mientras que las naves se cubren con bóveda de crucería., así pues el sistema constructivo es de tradición gótica, mientras que la portada es uno de los mejores ejemplos del Renacimiento.
En el siglo XVIII, se emprenden las principales obras de reforma que le dan prácticamente su aspecto actual: en 1730 Madoz ya describe la remodelación barroca interior. Las pilastras se decoraron con columnas adosadas; columnas con motivos vegetales dorados en el tercio inferior, fuste acanalado y capiteles compuestos y recorriendo el templo se colocó un zócalo cerámico.
En el exterior se construyó un nuevo tejado (el actual), sobre uno precedente o sobre una hipotética terraza, lo que podría justificar la presencia todavía de gárgolas en algunos de los contrafuertes. Estas reformas también afectaron a la fachada, respetando la portada, se añadió un remate mixtilíneo con pirámides. En el lado del evangelio se realizó la capilla de la Comunión en el siglo XVIII.
