Cultura.- La pintura "intimista y silenciosa" de Ana Peters se descubre en el IVAM con una antológica que revisa 25 años

VALENCIA 5 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) inaugura hoy una exposición antológica que repasa 25 años de creación de la pintora Ana Peters (Bremen, 1932) a través de una selección de 76 piezas --38 pinturas y otros tantos dibujos-- que ofrecen una panorámica de la producción "intimista y silenciosa" de la artista, una de las más destacadas en el empleo de la técnica monocromática. Son obras "claras, limpias y sin más pretensiones", según declaró hoy en rueda de prensa la propia autora.

La muestra, que se podrá visitar hasta el 4 de noviembre en la Galería 7 del museo valenciano, invita al espectador a introducirse en el mundo creado por Ana Peters en el último cuarto de siglo con sus diferentes períodos artísticos, desde el espacialismo abstracto a la abstracción lírica. Su amplia trayectoria incluye asimismo etapas de intensa actividad con años de silencio porque, en ocasiones, "es necesario pensar si el camino elegido te va a llevar a alguna parte y, por lo tanto, es mejor callar y escuchar", explicó Peters.

Se trata pues de una serie de lienzos en los que "no hay impacto, sino intimidad", definió, por su parte, la comisaria de la exposición, Barbara Rose. Mediante la superposición de múltiples capas de distintas tonalidades, los cuadros alcanzan finalmente colores diferentes, que pueden ser luminosos o negativos, según el ánimo de la artista ya que "cada obra refleja un estado del alma", aseguró la especialista.

La técnica utilizada por la autora, de origen alemán pero afincada en Dénia (Alicante), huye del pincel convencional y se sirve de utensilios diversos. De esta forma, trapos manchados y otros enseres se convierten en instrumentos artísticos para elaborar, en una ceremonia que recuerda a los modos de trabajo surrealistas, una serie de lienzos que recorren todo el espectro de color.

La minuciosidad y tranquilidad con la que Peters crea sus cuadros --en los que hay huellas de Barnett Newman, Reinhardt, Clyfford Still y Rothko, entre otros-- se pide también al espectador de la obra, "ya que no se trata sólo de coger una brocha y pintar una tela de un color". Al contrario, es un proceso "complicado" que requiere que el visitante reflexione un tiempo ante la pieza para poder extraer poco a poco los distintos tonos que se esconden en ella.

Por esta razón, en opinión de Ana Peters "no merece la pena hablar de mi obra; lo que espero es que la gente se ponga delante de ella para ver si puede observar algo más" de lo que se aprecia a primera vista.

Junto a las pinturas, la muestra acoge 38 dibujos que, aunque no tiene una relación directa con la obra pictórica, son ejercicios preparatorios. "No se puede pintar por una parte y dibujar por otra, es una fusión", aseveró.

POESÍA EN EL SIGLO XXI

Barbara Rose destacó el lirismo que domina el trabajo de Peters, algo que, a su parecer, "requiere muchísimo coraje después de los acontecimientos que han sucedido en el siglo XX". Además, la crítica subrayó la relevancia histórica de esta creadora, que formó parte de la sección de Estampa Popular en Valencia y "fue la única mujer que participó en el Equipo Crónica", resaltó. La mayoría de las obras de aquella etapa han desaparecido puesto que se hicieron sobre papel, un material de difícil conservación.

En este sentido, Ana Peters rememoró sus inicios en Valencia junto a otros autores de la Comunitat y aseguró que antes "no había envidia, había más compañerismo y nos alegrábamos de los progresos de los demás" lo que contrasta con la actual situación de "competencia". "Parece que tuviéramos supermercados en vez de obras de arte", manifestó.

A la presentación de la muestra asistió también la directora del IVAM, Consuelo Ciscar, quien destacó que la antológica "nos permite acercarnos a una selección de momentos imprescindibles de Ana Peters". Añadió que "el color en esta artista es un medio para construir ideas que expresan valores, estados de ánimo y situaciones".

Con motivo de la exposición se ha editado un catálogo que se ilustra con reproducciones de las obras seleccionadas y contiene textos de Barbara Rose y Consuelo Ciscar.