ALICANTE, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Jurado de la XXX edición del Premio 'Gabriel Sijé' de novela corta, Manuel Ruiz-Funes, destacó hoy la labor del jurado que preside por "mantener a toda costa la honradez del premio", organizado por la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), a lo largo de toda su historia.
Durante el acto de entrega de los galardones a los premiados en la XXX edición, en el que no estuvo presente por motivos de salud el joven de 23 años David Lorenzo Magariño, ganador del primer premio con su novela 'Nieve y Silencio', Manuel Ruiz-Funes agradeció al presidente de la entidad financiera Vicente Sala su "sensibilidad" con este certamen y su patrocinio.
Vicente Sala destacó la creciente participación de este premio, al que en la XXX edición concurrieron 266 novelas procedentes de 11 países, y recordó la figura del oriolano Gabriel Sijé. El primer premio está dotado con 5.000 euros, mientras que el accésit cuenta con una dotación de 2.500 euros.
Por su parte, el presidente del Jurado mostró su satisfacción por la calidad de la obra ganadora, y lamentó que su autor no pudiera estar hoy presente en la entrega del galardón. De la novela 'Nieve y Silencio', resaltó su "lirismo bellísimo, con un vocabulario bellísimo, pero dura y espeluznantemente lírica".
La secretaria del jurado, Rosa Monzó, leyó un escrito del autor ganador en el que recoge una reflexión sobre la literatura, que, en palabras de Rosa Monzó, "tiene una relación estrechísima con la concepción sobre la palabra que tenía Gabriel Miró".
El presidente del Jurado puso de manifiesto que esta obra y la novela 'Cocoliso' de Eduardo Rivas, premiada con el accésit, son "totalmente distintas", ya que, según dijo, 'Cocoliso' "sin embargo es una novela rural, que se desarrolla en un pueblo, y el personaje principal Cocoliso es un adolescente que tiene mucho de pícaro, y que va trajinando y es el que arma la novela".
GENERACIÓN DE LA POSTGUERRA
Eduardo Rivas explicó que su novela "es el fruto de una reflexión de una generación muy dolorida, la de la postguerra", al tiempo que reconoció que, "como en todo relato, siempre hay algo de autobiográfico". Así, añadió, "son retazos de recuerdos familiares y, narraciones que han llegado hasta mí, relatos tristísimos".
En esta línea, Eduardo Rivas subrayó que "lo más importante" de su obra ha sido exponer "dos sociedades enfrentadas de odios irreparables, pero también una juventud, una generación que quiere olvidar eso". Al respecto, consideró "triste" que "en estos momentos a veces queramos volver a revivir aquellos tiempos tan desagradables, tan tristes y tan poco vitales para todos nosotros".
