Cultura.- El PSPV denuncia la "pasividad" del Ayuntamiento de Valencia ante la "degradación" de esculturas públicas

Europa Press C. Valenciana
Actualizado: martes, 17 febrero 2009 18:57

VALENCIA 17 Feb. (EUROPA PRESS) -

El grupo municipal socialista del Ayuntamiento de Valencia denunció hoy la "pasividad" del consistorio ante la "degradación" que sufren las esculturas públicas de la ciudad, como la escultura Reina Mariana, de Manolo Valdés, ubicada en la calle de San Vicente, y las dos figuras de Gerardo Rueda situadas en el Jardín del Turia como punto de partida del Paseo de las Esculturas.

El concejal socialista Juan Soto consideró que las medidas adoptadas hasta ahora por la administración municipal son "claramente insuficientes" porque "se han limitado a limpiar las esculturas que han registrado daños por actos vandálicos, sin elaborar ningún plan que evite futuras agresiones", según informó el PSPV en un comunicado.

En relación con la escultura Reina Mariana, de Manolo Valdés, ubicada a espaldas de la casa consistorial, Soto aseguró que presenta "desde hace semanas una pintada sin que haya sido restaurada todavía por el Ayuntamiento". Por su parte, las dos obras de Gerardo Rueda, Cubo y Rosario, valoradas en 300.000 y 240.000 euros respectivamente, "vuelven a presentar en la actualidad un evidente estado de degradación y abandono, como consecuencia de la ausencia de medidas de protección, seguridad y prevención de daños".

El edil recordó que ambas piezas fueron cedidas por el IVAM al Ayuntamiento de Valencia a finales de 2006 como germen del Paseo de las Esculturas, ubicado en el tramo del Jardín del Turia situado frente al Museo de Bellas Artes. Sin embargo, "y pese a estar obligado a velar por su buena conservación de acuerdo con en el convenio de colaboración suscrito con el IVAM, el consistorio no ha garantizado en ningún momento su adecuado mantenimiento", criticó.

Soto subrayó que el grupo municipal socialista denunció en abril del año pasado "la situación de degradación que registraban ambas figuras, repletas de pintadas" y añadió que equipo de Gobierno acordó en la Comisión de Cultura celebrada ese mismo mes "destinar 11.600 euros a su restauración y en la supuesta aplicación de un sistema antipintadas, que no llegó hasta mediados del segundo semestre de 2008".

Sin embargo, según Soto, "en diciembre volvían a presentar pintadas tras haber sido víctimas, de nuevo, de actos vandálicos". "O el sistema antigraffiti no funciona, o el Ayuntamiento no tiene interés en preservar el buen estado de las esculturas", consideró el edil, quien sostuvo que "la lamentable degradación de las esculturas públicas de la ciudad es fruto de actos incívicos, pero también de la falta de interés y de la desidia del gobierno municipal al no haber adoptado ninguna medida para garantizar su seguridad".

"Restaurar las obras sin tomar medidas preventivas supone permitir por omisión que se sigan produciendo daños y supone también un despilfarro de dinero público, pues son gastos que sería perfectamente evitables", explicó Soto, para quien el gasto producido en la recuperación de las esculturas de Gerardo Rueda supone "un derroche que se podría haber evitado si hubiese existido un plan de protección de la escultura pública".

En opinión de Soto, el plan de protección debería contemplar medidas como "el establecimiento de barreras arquitectónicas en el propio diseño de los espacios para evitar el acceso directo a las piezas, así como iniciativas de seguridad pasiva y activa, como la instalación de cámaras de vigilancia".

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