VALENCIA, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Teatro Rialto pondrá en escena, a partir del próximo 8 de febrero y hasta el 5 de marzo, el espectáculo 'Lilith', la última producción de Teatres de la Generalitat Valenciana enmarcada en el ciclo 'Noves Dramatúrgies', que propone "una reflexión sobre el tratamiento de los personajes femeninos en la Biblia como soporte de la mujer contemporánea", explicó en rueda de prensa la directora de la obra, Eva Zapico.
En este sentido, señaló que "a pesar de que en la actualidad no existan dogmas religiosos" la protagonista de la obra "se identifica con los mujeres de la Biblia porque vive una situación de maltratamiento psicológico en su relación de pareja".
La obra está basada en los personajes femeninos del Antiguo Testamento, sobre todo del Génesis y el Éxodo, y se completa con la historia actual de la protagonista. Para la directora, esta intercalación de tramas refleja que "aunque ahora no exista una falta de libertad de la mujer del 'primer mundo' sí que se asemeja al tratamiento de la mujer bíblica en algunos pasajes".
La protagonista de la historia comprende, a través del análisis de las mujeres del Antiguo Testamento, que su relación sentimental "ha hecho de ella una mujer tan coaccionada y falta de libertad como las mujeres bíblicas" manifestó.
Para la autora, este personaje muestra una mujer que "a pesar de su inteligencia y de sus criterios firmes y consecuentes, sucumbe a una relación tormentosa marcada por la manipulación emocional y por la pérdida de control sobre su vida y sus ideas". Con ello, la obra expone el "poder del miedo para manipular a las personas" y que, según afirmó, "es igual de peligroso tanto para hombres como para mujeres" puesto que "la manipulación no entiende de géneros".
Zapico explicó que el punto de partida en la creación de 'Lilith' fue la lectura de la Biblia, "por curiosidad atea y por la riqueza que todo su imaginario sobrenatural". Destacó que a raíz de esta investigación, constató que la figura de la mujer "se reduce a un plano meramente funcional al servicio de la procreación" y que "cualquier cosa que tenga que ver con la fisiología femenina se convierte en algo impuro, sucio y pecaminoso".
Tras el episodio de Eva y la manzana del pecado, la historia de las féminas del Antiguo Testamento está "plagada de castigos y crueldad por su condición de seres incompletos e inferiores" explicó. En este sentido, trató de "vincular aquella situación a la de la mujer contemporánea".
De esta forma, la autora propone una reflexión sobre "otras formas de coaccionar a la mujer conectada con la idea del uso que las religiones y el Estado hacen del miedo para controlar la voluntad del ciudadano y manipularlo emocionalmente".
Para ello, explicó que "se aprovechan de la dependencia emocional que se genera en cualquier ser humano que ama", por lo que "usan de manera velada la amenaza del abandono y a la idea de que 'si dejo de quererte, será por tu culpa', para conseguir generar miedo y inseguridad" apuntó.
NARRATIVA CORPORAL
La obra transcurre en un espacio simultáneo que reproduce un interior renacentista basado en obras de pintores flamencos como Botticeli, en el cual se suceden imágenes sobre determinados pasajes bíblicos protagonizados por personajes femeninos referenciales como Sara o la mujer de Lot.
Asimismo, apuntó que la expresión corporal y dinámica "forman parte imprescindible en la obra", puesto que "se profundiza sobre lo teatral y se consigue una narrativa corporal". Por ello, matizó que "la expresión facial y las manos son claves para transmitir estas emociones".
Por su parte, los actores de la obra, Verónica Andrés, Pau Blanco, José Luis Cano, Sandra Gómez y Mercé Tienda, quienes también asistieron a la presentación, coincidieron en señalar que este montaje "transmite un sentimiento de liberalización de la mujer" que "se refleja con la idea 'hasta aquí hemos llegado y ahora os voy a contar cómo'.
En este sentido, la actriz Verónica Andrés, que interpreta el personaje de Lilith, apuntó que "a pesar de que la historia es dramática y el personajes es triste" la obra contiene "toques de humor" y señaló que "la recepción personal del espectador también varia la manera de reflexionar sobre la obra".
Por último, la directora del montaje concluyó que esta obra "no se limita exclusivamente a la mujer", porque "el tema propuesto nos puede afectar a todos, tanto a hombres como a mujeres y lo que se cuenta es un situación de manipulación emocional que no distingue géneros".