VALENCIA 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
El pintor y profesor del Departamento de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal de la Universitat de València Ricard Huerta explora en el "don sonoro de la letra" y el poder evocador de los nombres en la muestra "Mestres & Mestres", un trabajo en el que reivindica la figura de aquellas personas "de las que aprendemos constantemente a lo largo de nuestras vidas".
La exposición, inagurada en la Sala Municipal d'Exposicions 'Coll Alas' de Gandia (Valencia) y que podrá verse hasta el próximo 19 de febrero, se compone de 25 pinturas y, según explica el autor, forma parte de un proyecto más amplio a partir del cual se homenajea a "aquellos personajes con los cuales compartimos afinidades y de los cuales vamos absorbiendo conocimientos, valores y conductas".
La muestra incluye tanto a hombres como a mujeres -de ahí la dualidad 'Mestres & Mestres', palabra que en valenciano no tiene marca de género- y se compone de cuadros que combinan letras caligráficas y mayúsculas tipográficas "que escriben y/o describen" el nombre de la persona homenajeada en un intento de "eliminar cualquier elemento superfluo" y de remitirse al "papel prioritario" de ese nombre.
Se trata de exponerlo "completamente desnudo", y también "despojado, vigoroso, amplificado por sus resonancias musicales", como un "reflejo de sí mismo, como espejo clarificador, como una sombra exacta de lo que deseábamos expresar", subraya Ricard Huerta en el catálogo de la muestra, que trata de desplegar "el don sonoro de la letra, su lenguaje, su perdurabilidad". Huerta es también autor de la series de grabados 'L'alfabet del Tirant', 'L'alfabet de Jesucrist' y 'L'alfabet d'Alexandre'.
El recorrido por la sonoridad tipográfica realiza una parada obligatoria en el maestro de las artes gráficas Ricard Giralt Miracle e incluye, entre la galería de nombres, a Josep Renau, Antoni Tàpies, Perejaume o Robert Indiana. También se adentra en las resonancias textuales de Roland Barthes, Luce Irigaray, Joan Vinyoli, Sylvia Plath o Patricia Highsmith y no olvida la música de Lluís Llach y Lenny Kravitz o la herencia del escritor y cineasta Pier Paolo Pasolini.