VALENCIA, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Museo de Bellas Artes San Pío V de Valencia rinde tributo a la donación que el arquitecto Javier Goerlich y su esposa Trinidad Miquel realizaron a la institución con la muestra 'Amar el arte, hacer ciudad', un recorrido por 63 de las 129 obras que forman parte de su legado, algunas de las cuales no se mostraban al público desde hace unos 20 años.
El acto de presentación de la muestra, que conmemora el 50 aniversario de esta donación, ha contado con la presencia del secretario autonómico de Cultura y Deporte, Rafael Ripoll, la directora de la corporación, Paz Olmos, el presidente de la Fundación Goerlich y familiar del arquitecto, Andrés Goerlich, y el presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos (Valencia), a través de la que Goerlich realizó su donación como presidente de la institución en febrero de 1963.
La exposición, que permanecerá abierta hasta el 26 de mayo, está compuesta de piezas tan emblemáticas como la Madonna del pintor italiano Paolo de San Leocadio, del siglo XVII. También hay obras de la escuela flamenca de los siglos XVI y XVII, de la escuela italiana del XVII y de la escuela española, en la que destaca el 'San Antonio de Padua' del taller de Bartolomé Esteban Murillo.
Aun así, el grueso de la donación recoge creaciones de la escuela valenciana de los siglos XIX y XX, especialmente de los artistas Francisco y Roberto Domingo, ampliamente representados por su vínculo familiar con Trinidad Miquel. Además, destacan las obras de la familia Benlliure y los cuatro lienzos de Joaquín Sorolla, expuestos en la Sala Sorolla del Museo.
Son numerosos los trabajos de Roberto Domingo, realizados sobre papel, que no se exponían desde hace dos décadas y no se incluyen en la colección permanente por motivos de conservación. El resto de pinturas no expuestas en la colección permanente pertenecen a los artistas Pinazo, Benedito, Francisco Domingo o Mariano Benlliure.
La muestra se inicia con los retratos de los donantes y una breve biografía facilitada por la Fundación, antes de seguir un recorrido por las más de 60 obras distribuidas en cinco ámbitos distintos, dedicados al paisaje, el retrato, el bodegón y la pintura de género, para finalizar con un espacio dedicado a pintura religiosa y el estudio radiográfico de dos pinturas, 'Virgen con el niño y San Juanito', de Paolo de San Leocadio, y 'San Antonio de Padua con el niño Jesús', del taller de Murillo, que aportan una gran información sobre el trazo y el modo de trabajo del artista.
Los motivos son generalmente costumbristas --entre los que destacan los temas taurinos--, encontrados sobre todo en los dos representantes de la familia Domingo, que presentan una mezcla de rasgos artísticos obtenidos en París --donde se formaron con Mariano Fortuny-- y el costumbrismo heredado del pintor español Muñoz Degrain.
MECENAS Y ARQUITECTO
Además de su faceta como mecenas, Javier Goerlich fue un arquitecto urbanista "muy moderno", lo que contrasta con su legado artístico más tradicional y clásico, según ha explicado el representante de la Fundación, Andrés Goerlich. El urbanista vislumbró en sus trabajos "la Valencia que quería" y trazó la ciudad como un entorno "digno para el desarrollo de los seres humanos". Por ello, el Consorcio de Museos dedicará este año otra muestra a Goerlich sobre su labor como arquitecto.
Por suparte, Rafael Ripoll ha señalado que la exposición "reconoce la labor que realizó este arquitecto valenciano como mecenas de las artes y la cultura en Valencia" y ha destacado que esta donación "se cuenta entre las más importantes que se han realizado al Museo de Bellas Artes de Valencia a lo largo de su historia".
Asimismo, el secretario autonómico ha destacado la "gran capacidad" que tuvo Goerlich para "crear hábitat en la ciudad de Valencia y la excepcionalidad de su trabajo que le llevó a ser reconocido no solo a nivel nacional, sino también internacional".
