Savater espera que con 'Los invitados de la princesa' el lector se aleje de lo cotidiano en esta crisis

VALENCIA 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

El escritor y filósofo Fernando Savater pretende que con su último libro, la novela titulada 'Los invitados de la princesa', el lector quede "atrapado" en la historia y "se aleje de sus problemas cotidianos" en un momento como el actual porque "también en los malos tiempos hay que reír y pensar". Ha considerado que la crisis además de económica está siendo "mental, de encerrarnos y no pensar en otras cosas".

De este modo lo ha explicado este jueves el autor durante la presentación de este libro en Valencia. Savater, que ha obtenido con esta obra el Premio Primavera de Novela 2012, ha indicado que escribiéndola lo ha pasado bien y que desea que el lector "también lo pase bien".

'Los invitados de la princesa', editada por Espasa, pertenece, según ha explicado su creador, "a la tradición narrativa con precedentes tan insignes como Boccaccio", con una trama en la que "se reúne a personajes distintos, sin vinculación, que se ven obligados a convivir por una causa externa que les obliga a permanecer juntos" en algún lugar.

Así, Fernando Savater ha precisado que esta novela cuenta la relación y las vivencias que un grupo de intelectuales tiene en una pequeña isla del Atlántico sur, una república independiente conocida como Santa Clara, a la que han sido invitados y de la que no pueden salir durante los siete días de una semana como consecuencia de las cenizas de un volcán en erupción que obliga a cerrar el tráfico aéreo.

Todos ellos han acudido a este país convocados por su presidenta, una mujer llamada "con cierta ironía" por sus conciudadanos 'La princesa', que quiere "poner a la isla en el mapa como referencia cultural para atraer turismo y gente", dado que hasta el momento sólo se le conocía por sus cocineros.

El escritor ha indicado que a lo largo de la semana en la que transcurre la novela, los invitados de 'La princesa' discuten sobre los temas por los que han sido reunidos --educación, política, teología, terrorismo--. Ha agregado que en esos siete días surge una historia distinta cada jornada, todas "con un toque fantástico", que cuenta "una voz diferente" y con un "tono distinto".

Asimismo, ha señalado que estas historias pertenecen a "géneros distintos como la ciencia ficción, el terror o el policiaco" y ha destacado que todas contienen "cierto tono de humor" que él "siempre" utiliza en todo lo que escribe, también para no aburrir al lector. "Se cuentan cosas y también se discute sobre algunas de las supersticiones contemporáneas", ha dicho Savater, que ha reconocido haber planteado en este texto "cuestiones de las que hoy se discute" de forma "desenfadada".

"INTELECTUALES INTERMITENTES"

Ha reiterado que ha disfrutado escribiendo este nuevo trabajo y ha aseverado que muestra de ello es que lo ha hecho con tiempo. El escritor ha afirmado que su "defecto" es hacerlo "todo deprisa, empezar con entusiasmo las cosas" y luego querer acabarlas pronto y ha manifestado que en este caso no ha sido así porque ha estado trabajando en él "casi dos años" compaginándolo con otras tareas.

Fernando Savater ha comentado que se "refugiaba" en esta obra "cuando estaba agobiado por otras cosas" o "fastidiado por la vida" y que lo ha pasado "bien con los personajes". Tras ello, ha apuntado que le gustaría que el lector también lo pasara bien, que "quede atrapado en la isla y se aleje un poco de sus problemas cotidianos" para evitar "dar vueltas todo el día a lo mal que estamos" porque "esa depresión multiplica la crisis".

A este respecto, preguntado por el papel de los intelectuales en una situación como la actual, ha respondido que "cada uno hace lo que puede" y ha señalado que aunque él no es quien para juzgar, "hay intelectuales intermitentes, que se encienden cuando hay un equipo de gobierno y se apagan cuando hay otros".

"Ninguno tenemos una solución. Lo que supongo es que hay que dejar claro que las medidas son una cosa y la crisis es otra. Las medidas pueden ser eficaces o no pero el verdadero problema es la crisis y la situación muy dramática de tanta gente", ha añadido.

"VISIBILIDAD COMO NARRADOR"

Respecto a la concesión del Premio Primavera de Novela 2012, el escritor ha comentado que le sirve para tener "cierta visibilidad como narrador". En este sentido, ha declarado que durante su trayectoria, un autor "más o menos está clasificado en un género determinado" como el ensayo o los libros de divulgación en su caso, y que una novela como la que ahora presenta supone "salir" de "su órbita habitual".

Ha explicado que los personajes de 'Los invitados de la princesa' están hechos, como sucede en las novelas, "con pedazos de otros seres", aquí, de personas que él conoce o de sí mismo. Asimismo, ha señalado que la idea de quedarse encerrados en la isla de Santa Clara la ha basado en la experiencia personal que tuvo hace unos años durante un congreso de escritores cerca de Milán, donde quedaron incomunicados por las cenizas del volcán islandés.

Igualmente, ha afirmado que la trama de esta novela le ha permitido ofrecer al lector opiniones que él no tiene "en absoluto" en boca de otros, algo que ha considerado "un lujo". Por otro lado, preguntado por las opiniones de lectores de su nueva novela ha dicho que las que conoce son de "lectores amistosos", no ajenos a él, y que éstas son buenas.