VALENCIA, 26 (EUROPA PRESS)
El Octubre Centre de Cultura Contemporània (OCCC), el nuevo espacio que Acció Cultural del País Valencià ha puesto en marcha en los antiguos almacenes El Siglo de Valencia, abre sus puertas convertido en un foro con vocación "internacional y de vanguardia", según aseguró hoy en rueda de prensa el presidente de ACPV, Eliseu Climent. Además de servir de sede a esta asociación y a sus organismos afines --Institución Joan Fuster, Centre d'Estudis Borgians y Fundació Josep Renau, entre otros--, el OCCC albergará el su planta baja una cafetería, un escenario para conciertos y la librería Tres i Quatre con el fin de brindar "a todos" una "plaza pública en la que siempre haya actividad", agregó.
El próximo lunes, unos 70 trabajadores de ACPV y del resto de organizaciones se trasladarán ya a su nueva sede, ubicada en la calle San Fernando, a 50 metros de la Lonja y con entrada también por la calle Mayans, pero no funcionará a pleno rendimiento hasta el próximo 10 de noviembre. A partir de esta fecha, el centro desplegará una amplia programación cultural que incluirá conciertos, conferencias, congresos y exposiciones dirigidos a los "sectores emergentes" de la ciudad y a todo el público de vanguardia, "independientemente del idioma", subrayó Climent. Muestras sobre Kafka y Borges, James Joyce o Carles Santos; actuaciones musicales y encuentros sobre la mujer son algunas de las primeras propuestas de la agenda de actividades, que coordinará Emili Payà. Previamente, el próximo sábado, 28 de octubre, habrá un acto de inauguración al que asistirán un reducido número de invitados e intervendrá la presidenta del Institut Joan Fuster, Pilar Costa. Climent comentó que desde ACPV se ha cursado invitación al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, el conseller de Cultura, Alejandro Font de Mora, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y se congratuló de que el jefe del Consell haya respondido con una carta en la que excusa su presencia pero en la que felicita a ACPV por su iniciativa "y nos anima a seguir adelante". "No recibía una carta del presidente de al Generalitat desde 1995", bromeó Climent.
En la rehabilitación de los antiguos almacenes El Siglo, un inmueble catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) y que constituye la única muestra de arquitectura del hierro que se conserva en la capital, ha participado un equipo multidisciplinar, dirigido por el arquitecto Carles Dolç, en el que han colaborado los arquitectos Oriol Bohigas, Frederic Climent, Emilio Giménez y Alfred Payà y los artistas Andreu Alfaro y Xavier Mariscal, entre otros.
Según explicó Carles Dolç la restauración del inmueble ha respetado la concepción original del edificio, con un gran espacio central que articula la actividad, y un aspecto diáfano. En la planta baja se ha habilitado una suerte de "plaza pública" abierta a los ciudadanos en la que se desarrollarán alternativas de ocio. Uno de los elementos más espectaculares de la remodelación es la escultura de 20 metros que el artista valenciano Andreu Alfaro ha donado y que cruzará todo el inmueble de arriba a abajo.
También se han introducido algunas novedades con respecto al diseño primitivo, puesto que se ha ganado un cuarto piso, donde se ha acondicionado un aula y una terraza, y se ha abierto un salón de actos en el sótano. El hallazgo de restos de la muralla árabe durante los trabajos ha permitido, además, que el OCCC acoja la única muestra documentada del sistema defensivo completo de la Valencia de aquella época.
La intervención --que se ha prolongado dos años y medio y ha costado 10 millones de euros, dos más de lo presupuestado inicialmente-- combina el concepto de conservación patrimonial, sobre todo de los elementos modernistas, con el de contemporaneidad y para ello se han empleado algunos procesos "pioneros y novedosos". Entre ellos destaca el sistema de iluminación que, según apuntó su responsable, Maurici Ginés, emplea herramientas como las placas fotovoltaicas que generan energía y ofrece efectos de color que cambian por la influencia de elementos "vivos" como el viento.
"SEDIMENTOS"
Por su parte, el diseñador Claret Serrahima se ha encargado de crear el logotipo que identificará al centro y el equipo de interiorismo BOPBBA ha concebido una red de enormes lamas metálicas que se superponen sobre las balconadas. El mobiliario aportado por Vicent Martínez o un mural realizado por Mariscal son también rasgos destacados de la actuación. Para Carles Dolç El Siglo es ahora un lugar lleno de "sedimentos", ya que cada época ha dejado su huella en este espacio.
Eliseu Climent se mostró emocionado con la apertura de este centro y recalcó que no se trata de un proyecto personal sino "el legado de toda una generación de los años 60, 70 y 80 con un proyecto renovador de país" y lamentó que "Fuster, Valor o Estellés", entre otros "no puedan verlo". Asimismo, también quiso rendir homenaje a la familia Nebot, propietaria del edificio, que "nos permitió seguir adelante con el proyecto".