VALENCIA 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
El musicólogo argentino y codirector del congreso internacional 'Los mundos de Vicente Martín y Soler', que se celebra en el Palau de les Arts y la Universitat de València, Leonardo Waisman, expuso hoy a los participantes que el autor valenciano consiguió construirse en Europa "una imagen de compositor exótico" y aprovechó en su obra la influencia de la cultura española, especialmente de la tonadilla.
Waisman relató que, fuera de Italia e Inglaterra, se le conocía como Martín y no como Martini, puesto que el autor "construyó una imagen de sí mismo de compositor exótico, en una época en la que se veía a España como algo pintoresco y semisalvaje, y en el que la nobleza de este país tomó gusto por lo popular".
El compositor también aprovechó su condición de español desde el punto de vista musical. Waisman cree que utilizó todo lo que aprendió durante su estancia en Madrid, "no una música folclórica sino la tomada de la tradición de la tonadilla", concretó. El profesor argentino sostuvo que Martín y Soler renunció en 1769 a su cargo en la catedral, un hecho totalmente insólito en aquella época, para ir a la capital Española.
Para ilustrar esta hipótesis sobre la influencia de su época madrileña en su trabajo posterior en Europa, Waisman comparó durante la sesión partituras de Martín y Soler y diversas piezas españolas, en las que se observan grandes coincidencias tanto en los patrones métricos como en los textos de las canciones.
En la jornada de hoy, también participaron Margaret Butler, de la Universidad de Alabama, y Annarita Colturato, de la Universidad de Turín, que aportaron gran cantidad de elementos sobre la forma en la que se hacían los espectáculos en Turín en los que intervenía Martín y Soler, que, como otros autores de la época, disponía de un tiempo muy corto (entre 15 días y un mes) para crear una ópera completa en dos actos.
Además, la labor creativa de Martín y Soler y sus contemporáneos estaba muy condicionada por los grandes cantantes que tenían en el momento los teatros para los que se componía la ópera.
Por su parte, el profesor de la Università della Basilicata Dinko Fabris apuntó, al contrario de los que se suele admitir en la actualidad, que el valenciano no fue un autor de primera línea durante su estancia en Italia. Su opinión es que el gran salto a la fama ocurrió a partir de la época vienesa de Martín y Soler.