ALICANTE 1 Sep. (EUROPA PRESS) -
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron en Alicante a dos personas más como presuntas integrantes de un grupo organizado dedicado a la falsificación de tarjetas de crédito y a su posterior uso en cajeros automáticos, según indicaron hoy en un comunicado fuentes de la Comisaría Provincial de esta provincia, quienes dieron por desarticulado el grupo, después de que hayan sido arrestados de forma progresiva todos sus supuestos miembros.
La investigación que ha permitido los nuevos arrestos comenzó a raíz de las detenciones realizadas el pasado martes, 29 de agosto, por parte de Policía Local, de tres personas de nacionalidad rumana que tenían en su poder un número elevado de tarjetas de crédito falsificadas con las cuales habían extraído gran cantidad de dinero en cajeros del centro de esta ciudad.
Así, el Grupo de Delincuencia Económica inició gestiones de investigación que llevaron a la detención de dos personas más, integrantes de dicho grupo, las cuales estaban alojadas en un céntrico hotel de esta ciudad.
Los detenidos, también de nacionalidad rumana e identificados como O.M.R., de 25 años, y la mujer, A.F.G., de 28 años, fueron sorprendidos en el propio hotel, cuando uno de ellos supuestamente regresaba de extraer una importante suma de dinero por toda la ciudad.
Una vez realizados los registros en las tres habitaciones del hotel, ocupadas por los detenidos, los agentes se incautaron de más dinero, así como de diverso material informático pendiente de analizar pero que supuestamente era utilizado por estas personas para grabar en tarjetas regalo de establecimientos el contenido de bandas magnéticas obtenido fraudulentamente.
Como resultado de la operación, fueron intervenidas 263 tarjetas de crédito falsificadas con las cuales, en poco más de cuatro horas, los presuntos autores habían obtenido un beneficio de 23.375 euros. Con esta operación, la Policía Nacional considera desarticulado este grupo organizado de delincuentes con conexiones internacionales, puesto que se ha podido comprobar que la mayor parte de las tarjetas utilizadas eran de origen italiano, llegando incluso a poder demostrar el papel que tenía cada uno de ellos dentro de la organización.