CASTELLON 5 Sep. (EUROPA PRESS) -
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de Castellón detuvieron ayer a 14 personas, entre ellos ocho de nacionalidad extranjera, como presuntos autores de varios hechos delictivos como lesiones, falsificación documental, reclamaciones judiciales, estafa y amenazas, hurto y estancia irregular, según informaron fuentes policiales.
Los detenidos por falsificacion documental son tres individuos brasileños que supuestamente adquirieron por cantidades cercanas a los 700 euros tarjetas de identidad portuguesas falsas y certificados de NIE (Numero de Identificación de Extranjero) igualmente falsos para poder trabajar en España como extranjeros de la Comunidad Europea. Tras una investigación, han sido detectados por los policías que han logrado detenerles e intervenir los falsos documentos.
La investigación no está cerrada y se espera poder detener al proveedor de la falsa documentación en breve, según las mismas fuentes.
Dos de los tres detenidos por lesiones supuestamente agredieron en el centro comercial la Salera a uno de los empleados que indican dónde aparcar y por dónde circular, cuando éste pidió a los ocupantes de un monovolumen que no lo estacionasen en un determinado lugar, pues impedían la libre circulación de los otros usuarios del aparcamiento.
Ante esta llamada de atención, los ocupantes del vehículo bajaron y supuestamente agredieron de forma verbal al empleado y le golperaron físicamente, para montar luego en el coche y darse a la fuga antes de que llegasen los vigilantes de seguridad del centro comercial que habían sido avisados. Tras curarse, la víctima presentó una denuncia, y los policías encargados del caso identificaron y detuvieron a los presuntos agresores.
En cuanto a los reclamados, lo son por dos juzgados diferentes y por hechos distintos relativos a delitos contra la propiedad. Por último, los dos detenidos por estafa y amenazas, reincidentes, supuestamente habían tenido a una persona residiendo en su domicilio, a la que, al parecer, le sustrajeron todo el capital de su cuenta de ahorro mediante el uso de una tarjeta de crédito. Además, realizaron compras de teléfonos móviles y recargas de saldo utilizando la misma tarjeta, bajo la amenaza que si denunciaba los hechos iba a peligar su integridad física, señalaron.