VALENCIA, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
El importe donado por inversiones y gastos de interés cultural en España se ha reducido en siete años, entre 2003 y 2009, un 70 por ciento, al pasar de una cantidad de 9,7 millones de euros a solo 2,8. De igual modo, el número de declaraciones en las que se ha aplicado una reducción por este concepto se ha rebajado de las casi 33.000 del principio del período a apenas 3.500.
Estos son algunos de los datos más destacados del 'Informe sobre la situación del mecenazgo y el patrocinio español', que este lunes ha sido aprobado por el pleno del Consell Valencià de Cultura (CVC) y que incluye, según ha explicado la consejera Ana Noguera, responsable del documento junto a Martín Quirós, incluye datos inéditos sobre este campo en el ámbito nacional.
Así, el Área de Investigación en Economía de al Cultura y el Turismo de la Universitat de València ha elaborado un estudio comparativo --"que no existía hasta el momento en España", ha remarcado Noguera-- de las aportaciones privadas, tanto de particulares como de empresas, desde el año 2003 al 2009.
El informe analiza los resultados "bastante limitados" de la Ley 49/2002 de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo, tanto en el caso de las donaciones a través del IRPF como del Impuesto de Sociedades.
Al respecto, la investigación --realizada a partir de datos de la Agencia Tributaria-- revela que, si se consideran las donaciones por inversiones y gasto en cultura, se constata que las cantidades son "exiguas" y que, después de cierto "efecto inauguración" en el primer año de aplicación de la normativa, los recursos "han ido languideciendo a lo largo de los años, pasando de casi 33.000 declarantes a poco más de 3.400, lo que sería reflejo del escaso interés que suscitan dichos incentivos fiscales y de la poca promoción".
Si se atiende al conjunto de donaciones deducidas en el IRPF --pero teniendo en cuenta que en este campo también se incluyen las destinadas a ONG, no solo a cultura-- las cantidades son un poco más significativas y en términos dinámicos van creciendo a lo largo del período, aunque "no son excesivamente importantes".
En concreto, el importe donado fue de 354 millones en 2003, una cifra que ascendió hasta los 701 millones en 2009. El número de declaraciones con este tipo de deducciones se fijó en 1.332.777 al principio de la etapa estudiada y creció hasta 2.333.870 al final.
EFECTO DE LA CRISIS
El informe puntualiza que el efecto de la crisis es detectable por la donación media --pasa de 266 euros a 300 euros, solo crece unos 30 euros-- aunque es cierto que el aumento del número de donaciones compensa esta tendencia. Según el CVC, las empresas "aún donan menos que los particulares" y la cantidad global en 2009 apenas sobrepasa los 300 millones. Más del 70 por ciento de este montante proviene de firmas con ingresos superiores a los 180 millones de euros.
En total, por tanto, y sin tener en cuenta las donaciones autonómicas, se habla de unas cantidades que suponen 1.008 millones de euros anuales en 2009, con un coste en términos de cantidades no recaudadas por e l estado de 282 millones. La cifra total conseguida se sitúa un poco por debajo del gasto del Gobierno central en cultura en ese mismo año (1.135 millones), la mitad de lo dedicado por las comunidades autónomas (2.046) y la cuarta parte de lo aportado por los gobiernos locales (3.873).
Frente a esta situación, el CVC propone una serie de medidas, entre las que destacan la necesidad de informar convenientemente de las ventajas del patrocinio y la realización de campañas pedagógicas; que el porcentaje de deducción de las donaciones realizadas por sujetos pasivos del Impuesto sobre Sociedades y del IRPF se unifique y aumente hasta el 50 por ciento; y la agrupación de pequeñas fundaciones en organizaciones "paraguas" para contrarrestar la dispersión de ayudas y proyectos.
También alude el organismo consultivo a la demanda europea de homogeneizar el IVA reducido en los sectores culturales y a la conveniencia de garantizar el "buen gobierno" y la responsabilidad corporativa de las fundaciones, así como impulsar la política de daciones en pago de impuestos, que permitiría incorporar piezas de alto valor y solucionar problemas para familias que heredan un patrimonio considerable y no pueden asumirlo.
CONCIENCIA SOCIAL
Por todo ello, el informe concluye que "en el momento actual, cuando la ley de 2002 está a punto de cumplir 10 años, el mecenazgo y el patrocinio no son problemas que se resuelvan modificando la ley, sino aplicando las medidas necesarias y poniendo en marcha los reglamentos adecuados, con la explicación pública necesaria". "No es solo un tema legislativo, sino de conciencia social", sentencia el organismo.
Añade que "la transparencia, la honestidad, el rigor y la seriedad en la gestión de los bienes patrocinados son exigencia imprescindible para la confianza y la vinculación de mecenas" y advierte de que el mecenazgo "no puede convertirse en sustituto de la responsabilidad ética del Estado sobre los presupuestos e inversiones en materia cultural" sino que debe ser "un complemento, sumado a la inversión pública".
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